Roma, (PL) Pérdidas ascendentes a 34 mil 300 millones de dólares provocaron en Latinoamérica y el Caribe los desastres ocasionados por fenómenos naturales entre 2003 y 2014, informó hoy la FAO.
Tal cifra de daños por esa causa representó la cuarta parte de las originadas a nivel global y afectaron a 67 millones de personas en esa región, precisó además en un comunicado la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los desastres vinculados al clima, cuyo impacto y frecuencia son exacerbados por el cambio climático, son los que más afectan a esa zona, donde totalizan el 70 por ciento de las emergencias, indicó además el organismo internacional.
Según el Índice de riesgo climático global publicado en 2016, tres de los cinco países con mayor riesgo están en América Latina y el Caribe, y los constituyen Honduras, Haití y Nicaragua, mientras que Guatemala se encuentra en décimo lugar.
Un tercio de la población regional vive en zonas altamente expuestas ante amenazas geológicas y particularmente hidrometeorológicas, precisa ese indicador.
De acuerdo con el informe de la FAO, los desastres tienen un efecto desproporcionado sobre las personas que viven en la pobreza.
En el período comprendido entre 1975 y 2000, añade en ese sentido, la población en condiciones de pobreza extrema concentró el 68 por ciento de la mortalidad por desastres.
Según el ente de la ONU, entre 2003 y 2013, el sector agrícola de los países de América Latina y el Caribe sufrió 16 por ciento de los daños y pérdidas a causa de esos fenómenos, y el seis por ciento de los perjuicios a los activos físicos.
También experimentó el 23 por ciento de las pérdidas totales en términos de producción y daños a los medios de vida, y en ese sector el 71 por ciento de los efectos de los desastres afectaron a cultivos, el 13 a los bosques, el 10 a la ganadería y el seis por ciento a la pesca.
El impacto económico sobre la agricultura puede ser devastador: en Colombia, la ola invernal de 2010-2011 generó pérdidas por 824 millones de dólares, mientras que las inundaciones en Tabasco de 2007, en México, arrojaron un monto de 816 millones de dólares de daños.
Los países de América Latina y el Caribe buscan incrementar la resiliencia del sector agrícola y los medios de vida a las amenazas, crisis y desastres como una precondición fundamental para erradicar el hambre y lograr el desarrollo sostenible, enfatizó la FAO.