La carencia de ahorro le impide a la región alcanzar mayores niveles de crecimiento económico. Foto: Internet
Agencia AFP.- América Latina sufre una "crisis de ahorro", por el bajo nivel de reservas que muestran tanto particulares como los gobiernos, impidiendo a la región aumentar su crecimiento económico, advirtió este martes el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En los países de países de América Latina, la tasa de ahorro fue de sólo el 17,5% del PIB entre 1980 y 2014, casi la mitad de lo registrado en las economías emergentes de Asia y menos de lo que se hace en los países avanzados (22,8%). Solo África sub-sahariana, con un promedio del 13,8%, tiene niveles más bajos de ahorro que América Latina. "Eso no nos debería servir de consuelo, porque el nivel de desarrollo económico y necesidad son más altas", alertó el economista del BID, Eduardo Cavallo, uno de los autores del informe "Ahorrar para desarrollarse: cómo América Latina pueden ahorrar más y mejor", lanzado este martes en Santiago.
Los niveles de ahorro son prácticamente homogéneos entre los países de América Latina, aunque históricamente en Centroamérica y el caribe son aún más bajos. "No sólo ahorramos poco sino que ahorramos mal, porque muchos de nuestros ahorros no se canalizan bien", agregó Cavallo.
Algunas carencias detectadas están en el sistema bancario, que ofrece alrededor del 30% del PIB en préstamos al sector privado, "muy por debajo de los sistemas bancarios de la OCDE o de las economías emergentes de Asia", que aportan alrededor del 80% del PIB en préstamos al sector privado.
La región sufre además un muy bajo nivel de extensión del sistema financiero formal. Solo el 16% de los adultos registra ahorros en bancos, lejos de los países emergentes del Asia, con un 40%, y los más desarrollados, con un 50%. "El problema se ve acrecentado por la poca confianza en los bancos, analfabetismo financiero generalizado y gran informalidad laboral", se explica el reporte.
Los sistemas de pensión son también otra restricción para los ahorros, ya que menos de la mitad de la población de América Latina ahorra para su jubilación a través de un sistema de pensión contributiva.
Las políticas fiscales también tienen un impacto sobre el ahorro, ya que "el gasto púbico es demasiado elevado en subsidios y demasiado bajo en inversiones de capital". "No podemos justificar nuestros bajos niveles de ahorro simplemente aduciendo que no somos buenos a la hora de guardar dinero", afirmó de su lado el economista jefe del BID, José Juan Ruiz, durante la presentación del informe en Santiago. "Ahorramos poco porque nos hemos puesto demasiadas trabas y demasiadas barreras y esto ha sido posible porque el ahorro no era la prioridad, pero sin ahorro no vamos a crecer", agregó el economista español.
La carencia de ahorro le impide a la región alcanzar mayores niveles de crecimiento económico. Por ejemplo, por cada punto porcentual (PP) adicional de ahorro nacional la inversión interna crece en casi 0,4 pp. "Esto equivale a 20.000 millones de dólares adicionales disponibles para financiar cruciales proyectos de infraestructura u otras inversiones", advierte el BID. "La crisis de ahorro implica que la región encuentra dificultades para dar con los recursos necesarios para construir aeropuertos, rutas y otras obras de infraestructura imprescindibles para impulsar el crecimiento", ejemplifica el reporte.
Tras el diagnóstico, el BID propone "cambiar el enfoque". "Si hemos creado nosotros los obstáculos, podemos deshacer los obstáculos", dice el jefe del BID.
A nivel de gobierno, se propone ahorrar más y gastar de manera más eficiente a partir de un mejor desempeño de los programas de asistencia social, gastos tributarios y subsidios energéticos. "Si realmente se mejora el foco de las políticas asistenciales y se intentan hacer política realmente redistributivas que protegieran a los más débiles, se podrían ahorrar hasta dos puntos del PIB", dijo Ruiz. También debería trabajar en mejorar la recaudación fiscal, con una evasión tributaria estimada del 52% de la recaudación potencial en América Latina, y aumentar la extensión del sistema financiero. (I)