El objetivo es estabilizar los precios en medio de la estrepitosa caída de estos en los últimos meses.
AFP.- Arabia Saudí, Rusia, Qatar y Venezuela acordaron congelar su producción de crudo a los niveles de enero, para "estabilizar" los precios después del derrumbe de los últimos meses.
La medida, anunciada tras una reunión ministerial de esos cuatro países en Doha, provocó un inmediato aumento del precio del barril.
"Con el fin de estabilizar los mercados petroleros, los cuatro países acordaron congelar la producción a su nivel de enero, siempre y cuando los otros grandes productores hagan lo mismo", declaró a los periodistas el ministro catarí de Petróleo, Mohamed Saleh al Sada.
La iniciativa se propone "estabilizar el mercado, en el interés no solo de los productores y exportadores de crudo, sino también de la economía mundial", agregó.
Los países de la OPEP y los que no son miembros del cartel (como es el caso de Rusia) mantendrán contactos "intensivos" para implementar el acuerdo, precisó Saleh.
El anuncio provocó un aumento inmediato de las cotizaciones del carburante.
A fines de la mañana, el Brent de mar del Norte para entrega en abril se negociaba a 33,89 dólares el barril, en alza de 50 centavos.
El "light sweet crude" (WTI), con entrega en marzo, subía 35 centavos a 29,79 dólares.
El ministro saudí, Ali al Nuaimi, afirmó que el acuerdo constituía "el inicio de un proceso que evaluaremos en los próximos meses, para decidir si hace falta otras medidas para estabilizar el mercado".
"No queremos variaciones de precios importantes. No queremos recortar la oferta, Queremos responder a la demanda y estabilizar los precios" en los mercados internacionales, subrayó.
El precio del barril cayó un 47% en 2015 respecto al año anterior y más de 70% respecto a junio de 2014, llegando a cotizarse este año por debajo de los 30 dólares.
El derrumbe se debe en buena parte a la estrategia de la OPEP (Organización de Países productores de Petróleo), y en particular de Arabia Saudí, que produce a todo ritmo, para sacar del mercado a los productores de petróleo y gas de esquisto en Estados Unidos.
También se explica por la desaceleración de China, que venía desempeñando un papel de motor de la economía mundial.