La Conferencia de las Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (UNCTAD) hizo ver que es momento de que México ponga la mirada en Europa y no eche en saco roto las negociaciones logradas con el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), pues, aunque éste no se llegara a concretar, las definiciones ahí logradas bien pueden servirle para negociar un tratado comercial con los países europeos, a fin de incentivar en particular las exportaciones de medicamentos producidos localmente.
De visita en México, Christoph Spennemann, responsable del Programa sobre Comercio y Propiedad Intelectual de la UNCTAD, precisó en entrevista con El Economista que hubo avances muy interesantes en materia de propiedad intelectual en los acuerdos alcanzados al amparo del TPP, donde participó México, y representan una oportunidad que no debe desaprovecharse aun cuando el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, decida no firmarlo.
Al destacar la importancia de que los gobiernos de países en desarrollo incentiven su producción local de medicamentos, el doctor Spennemann mencionó que hay una serie de aspectos existentes dentro las propias leyes mexicanas, para impulsar de mejor manera la fabricación de fármacos en territorio nacional.
Mencionó igualmente la importancia de que los gobiernos tengan claro que la banca de desarrollo o gubernamental debe aportar capital de inversión y financiamiento para las fabricantes locales de genéricos dado que normalmente la banca comercial ve este renglón como alto riesgo. En este sentido, puso de ejemplo a Suiza y Alemania como los países que estimularon adecuadamente su industria farmacéutica para producir medicamentos localmente.
Precisó que el programa que él encabeza dentro de Naciones Unidas ha ubicado que, ante la rigurosidad de las leyes de propiedad intelectual en el mundo, los países se ven obligados a importar medicamentos de patente de mayor costo.
Ante ese escenario, la UNCTAD buscó desarrollar un programa que apoye la producción local de medicamentos, con la idea de que los países sean cada vez menos dependientes de los altos gastos que implica importar medicamentos de patente. La ONU aprobó en el último año ese programa en paralelo a la definición de las metas de desarrollo sustentable.
Dentro de esas metas la número tres es precisamente el acceso a medicamentos necesarios para la población que es preocupación en países no desarrollados pero también en muy desarrollados como Holanda y otros europeos por el alto costo de los medicamentos. Hay una enorme necesidad de generar competencia con medicamentos genéricos.
Dijo que para lograr ese mayor acceso se tiene claro que debe hacerse mediante una mayor producción local de medicamentos genéricos para impulsar competencia.
La ruta a seguir
La UNCTAD propone dar asesoría legal a los países sobre las oportunidades que les permite su propia legislación de propiedad intelectual, o en su caso generarla o modificarla para que sea más promotora hacia los genéricos.
“Es muy importante que la legislación de propiedad intelectual permita que los genéricos estén en el mercado lo más pronto posible, que no alargue artificialmente el tiempo de vida de las patentes”, indicó.
La legislación de México, dijo, tiene muchas brechas o huecos que pueden aprovecharse. Igual sucede en leyes internacionales como es el caso de los TRIPS (Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights), donde existe una serie de herramientas legales que pueden ser usadas a favor de los genéricos en cada país, y sin embargo no están en Ley de Propiedad Intelectual mexicana.
Dio el ejemplo de la protección de datos que México se vio obligado a implementar por el TLCAN, pero realmente no tendría razón de existir porque hace que se retrase la llegada del genérico, cuando es suficiente con que el genérico demuestre bioequivalencia respecto del original, y pruebe seguridad, eficacia y calidad.