Las sequías y crisis del agua en región plantan reto a políticas de medio ambiente. (Foto: Getty Images)
Éstas buscan “combatir los impactos del deterioro ambiental y promover una agricultura sostenible frente al cambio climático en la región, un factor clave para erradicar el hambre y la pobreza”, agregó un boletín del organismo.
La entrega del documento tuvo lugar en el marco de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP13), que se desarrolla en el balneario mexicano de Cancún.
La FAO presentó las directrices con la Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad, la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la ONG Colectividad Razonatura.
Dichas directrices, especificó el organismo, son *voluntarias para políticas agroambientale*s y, en síntesis, buscan enfrentar los impactos del deterioro ambiental y promover una agricultura sostenible ante el cambio climático.
“Sirven como una guía para que los países creen políticas que promuevan patrones de producción y consumo sostenibles y les permitan transformar sus modelos agroproductivos para garantizar la sostenibilidad de su desarrollo y cumplir el Acuerdo del Clima de París”, agregó.
Asimismo, la FAO confió en que sean “un valioso aporte” para garantizar el avance de la región hacia las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los países de América Latina y el Caribe comparten desafíos ambientales, incluyendo la adaptación de su agricultura a los efectos del cambio climático, la conservación de biodiversidad terrestre y marina, la adecuada gestión de los recursos hídricos y sus suelos y la necesidad de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, añadió el informe.
La configuración de estas directrices fueron preparadas a través de un “intenso y amplio proceso de consultas y debates entre autoridades y especialistas de varios países de la región, con el apoyo del Programa de Cooperación Internacional Brasil/FAO”, precisó.
Según la FAO, América Latina y el Caribe dispone del 15% de la superficie total mundial de tierra agrícola, recibe casi 30% de la precipitación y genera 33% de la escorrentía mundial.
“Sin embargo, la rápida explotación de minerales, gas, bosques y pasturas está produciendo cambios dramáticos en el uso de la tierra: actualmente, la región sufre el 14% de la degradación mundial de suelos, cifra que alcanza el 26% para Mesoamérica”, alertó la institución.
Agregó que la deforestación ha disminuido, pero se siguen perdiendo todavía más de dos millones de hectáreas de bosques.