Sano Domingo, República Dominicana.- La inversión directa de China en los flujos no financiados de los países de América Latina se incrementó un 67 por ciento, pasando de 12,850 millones de dólares invertidos de 2014 a los 21,460 millones de dólares registrados durante 2015.
Así lo expuso el representante de la Oficina Comercial de la República Popular China en Santo Domingo, Gao Shoujian, al participar en una conferencia organizada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en marco de las actividades conmemorativas de su décimo aniversario.
Shoujian destacó la intensificación de las relaciones con América Latina en los últimos 15 años y destacó que, en 2014, el volumen de comercio alcanzó 26,360 millones de dólares, un incremento de 20 veces en comparación con el año 2000.
En el evento, el coordinador principal del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Rolando Avendaño, presentó el informe "Perspectivas Económicas 2016", elaborado en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
En el documento, los tres organismos recomiendan a los países de la región que mejoren y profundicen sus relaciones comerciales con China, analicen sus crecientes vínculos comerciales, y las tendencias en la relación con el gigante asiático, acorde con los cambios de estrategia de desarrollo chino.
La OCDE agrupa 34 estados, entre ellos Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y México, países que aglutinan el 80% del PIB mundial y el 70% del mercado global.
Entre los objetivos principales de la cooperación para los próximos 10 años, el gobierno chino prevé que el comercio bilateral llegue a 500,000 millones de dólares y que la inversión china acumulada en la región alcance la cifra de 250,000 millones.
Aunque el estudio reconoce una expansión comercial sin precedentes entre China y América Latina en estos últimos 15 años, período en el que los flujos se han multiplicado por 22, este modelo de crecimiento se basa en materias primas y sus límites ya se están demostrando.
"Las materias primas representaron el 73% de las exportaciones de la región a China (comparado con el 41% mundial), mientras que los productos tecnológicos manufacturados solo alcanzaron el 6% (comparado con el 42% mundial), consigna el estudio. Las exportaciones latinoamericanas de productos mineros y combustibles fósiles a China crecieron al ritmo de 16% anual de 2001 a 2010, frente al 12% de las exportaciones agrícolas.
La reducción de la demanda de materias primas por una mayor dependencia de China del consumo en relación con la inversión comienza a sentirse, junto con una caída de precios que afecta esas exportaciones latinoamericanas de bienes primarios.
En tal sentido, el estudio subraya que, a medida que América Latina ha ido disminuyendo su comercio de materias primas, en particular con China, ha descendido el crecimiento económico regional, lo que explica la actual desaceleración, y refuerza los pronósticos de crecimiento de cerca del 3%, inferior a lo esperado por América Latina, subraya el informe.
Por su parte el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, subrayó ayer la necesidad de lograr que el crecimiento en los intercambios entre China y Latinoamérica y el Caribe sea "sostenible" y que las relaciones vayan "más allá del precio" de las materias primas. Almagro hizo estas declaraciones durante una conferencia que pronunció este martes en el Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales (ILAS CASS) de Pekín, adonde llegó el domingo para un viaje de tres días.
"Hay que lograr que las relaciones sean estables, tenemos que tener una visión estratégica conjunta", apuntó Almagro, quien añadió que "las relaciones basadas en las exportaciones son insostenibles a largo plazo" y que el objetivo es que estas no sean "vulnerables a ciclos a la baja como el que estamos experimentando".
Pese a que el secretario de la OEA, que fue embajador de Uruguay en China entre 2005 y 2010, reconoció que "estamos en un punto alto" en las relaciones entre la segunda economía mundial y los países latinoamericanos y caribeños, también puntualizó que se trata de un "momento clave" para el desarrollo de su futuro.
EFE