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La Habana, (ACN).- Es vital la preparación de especialistas de los pequeños estados insulares del Caribe por su elevada vulnerabilidad a los eventos hidro meteorológicos, opinó en esta capital un experto cubano.
La Comunidad del Caribe (CARICOM) se encuentra frecuentemente amenazada por los huracanes, y sus principales impactos están relacionados con los fuertes vientos, inundaciones costeras y fluviales, comentó en exclusiva a la ACN el Doctor en Ciencias Enrique Castellanos Abella, director de Geología del Ministerio de Energía y Minas (MINEM).
El peligro de los terremotos se cierne sobre ellas y, además, por la actividad volcánica en el caso de las Antillas Menores, advirtió el especialista.
Mencionó en específico la situación de la isla de Montserrat, al sureste de Puerto Rico, donde en 1995 el volcán Soufrière Hills –que no entraba en erupción desde el siglo XVII- destruyó parcialmente la ciudad de Plymouth, su centro administrativo.
Posteriormente sus autoridades intentaron reconstruirla, pero en 1997 un nuevo estallido del cráter la devastó, y murieron 19 personas por no evacuarse a tiempo, según informes sobre el particular.
Por tales realidades, Castellanos Abella consideró que la formación de personal especializado es el objetivo básico del II Curso sobre el enfrentamiento a fenómenos de origen natural y tecnológico, que sesiona en el Hotel Palco, de La Habana.
Asisten al encuentro representantes de Antigua y Barbuda, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Trinidad y Tobago, Bahamas, Dominica y Suriname.
Con su vasta experiencia, añadió el experto del MINEM, la Defensa Civil de Cuba puede transmitir la apreciación de esos peligros, cómo se estiman y pasan después a los sistemas de gestión de riesgos.
La región del Gran Caribe comprende el Mar del mismo nombre, el Golfo de México y las aguas adyacentes del Océano Atlántico, con una superficie marítima de 4,31 millones de kilómetros cuadrados.
En total comprende 24 estados insulares de limitada extensión territorial y de recursos naturales, fragilidad y vulnerabilidad de sus ecosistemas costeros y marinos, así como también dependencia de relaciones externas para su desarrollo socio-económico, de acuerdo con estudios sobre sus condiciones.