Nueva York. Casi cuatro meses después del devastador terremoto que sacudió a Ecuador, la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda hizo un llamado a los turistas a regresar al país andino, que atraviesa duros momentos financieros.
Cerca de 700 personas murieron y unas 6.200 resultaron heridas tras el terremoto del 16 de abril, el más fuerte que sacude a Ecuador en casi cuatro décadas. El movimiento telúrico dejó cerca de 8.650 personas viviendo en refugios, según cifras del Gobierno.
La ministra María Duarte dijo a la Fundación Thomson Reuters que estaba "totalmente" optimista sobre el ritmo de la reconstrucción o reparación de 26.000 viviendas afectadas.
A más largo plazo, Duarte dijo que el Gobierno busca mejorar la construcción de edificaciones en un país propenso a los terremotos. Dos fuertes sismos golpearon la costa del noroeste de Ecuador nuevamente en mayo, provocando la muerte de una persona en la misma región en que se produjo el sismo en abril.
Pero Duarte hizo un llamado a los turistas a regresar a Ecuador para ayudar a poner al país nuevamente en marcha.
"Tenemos varios tipos de víctimas, no todas son víctimas por la destrucción de sus hogares", dijo Duarte en una entrevista realizada durante una visita a Nueva York.
"Hay personas que siguen sin empleo y cuya única forma de sustento era el turismo, el que momentáneamente es inexistente", agregó.
El terremoto más fuerte en Ecuador desde 1979 puso a prueba la resistencia del país, en un momento de dificultades económicas por los bajos precios del petróleo.
Unos 3.300 millones de dólares serán necesarios para reconstruir las zonas afectadas en el pequeño miembro de la OPEP, según las autoridades.
El presidente Rafael Correa ha anunciado una serie de medidas para financiar los fondos de emergencia, a través de fuentes que van desde préstamos del Fondo Monetario Internacional y otros organismos multilaterales de crédito a planes para vender sus activos y aumentar algunos impuestos.
Pero el mandatario describió también muchas construcciones precarias de Ecuador como "trampas de la muerte" e instó a los residentes a presionar a los alcaldes para hacer cumplir las normas de edificación.
Las áreas más afectadas por el terremoto, las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, son centros turísticos cuyos pueblos son vitales para la industria turística de Ecuador, dijo Duarte.
Alrededor de 1,5 millones de visitantes extranjeros llegaron a Ecuador el año pasado, contribuyendo con 1.700 millones de dólares a una economía dependiente del petróleo, entre otras exportaciones.