Acuerdos de libre comercio con la UE tienen México, Chile, Perú y Colombia. Si se produce el brexit, esos acuerdos dejan de tener validez para el Reino Unido. Gran Bretaña no tendría entonces acuerdos comerciales con ningún país latinoamericano.
Las negociaciones comerciales llevan por lo general mucho tiempo. A corto plazo, el comercio de Gran Bretaña con esos países puede, por lo tanto, resentirse. A largo plazo, la negociación de acuerdos de país a país podría ser más sencilla que la negociación de acuerdos con la UE como bloque. Por otro lado, los países latinoamericanos pueden exigir de Gran Bretaña más concesiones que las que podrían arrancarle a la UE.
Con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, la UE no tiene acuerdos de libre comercio. El brexit no afectará consecuentemente las relaciones comerciales bilaterales con Gran Bretaña. Un efecto puede tener sí una eventual devaluación de la libra esterlina con respecto al dólar, tal como muchos economistas pronostican en caso de un brexit. Una devaluación de la libra puede abaratar las exportaciones británicas. Por otro lado, como muchos países latinoamericanos han devaluado con respecto al dólar, el efecto seguramente sería menor.
Otro aspecto importante de las relaciones comerciales entre Gran Bretaña y América Latina son los volúmenes en juego. Para eso analizaremos las relaciones comerciales de Gran Bretaña con un país con acuerdo de libre comercio con la UE (México) y uno sin él (Brasil).
Comercio: una importancia marginal. Gran Bretaña exporta a México bienes y servicios por unos US$2.200 millones por año y los importa de México por unos US$1.800 millones. Las exportaciones totales de México suman unos US$410.000 millones (2014) y las importaciones, US$400.000 millones (2014). Es decir, la participación de Gran Bretaña en las importaciones mexicanas es de solo el 0,55%. Como destino de las exportaciones mexicanas, Gran Bretaña tiene una participación aún menor: 0,44%.
A Brasil exporta Gran Bretaña bienes y servicios por unos US$4.000 millones anuales y los importa de Brasil por US$4.200 millones. Las exportaciones totales de Brasil antes de la crisis sumaban unos US$225.000 millones (2014) y las importaciones, US$240.000 (2014). La participación de Gran Bretaña en las importaciones brasileñas se sitúa por lo tanto en solo el 1,66%. Como destino de las exportaciones brasileñas, Gran Bretaña tiene una participación solo levemente mayor: 1,86%.
Como vemos, la participación de Gran Bretaña en el comercio exterior de esos dos países (las mayores economías latinoamericanas) es muy reducido. Un brexit pasaría consecuentemente prácticamente desapercibido. Los volúmenes de exportación e importación británicos a otros países latinoamericanos son aún menores.
Negociaciones: otras prioridades. En todo caso, para prevenir interferencias en los flujos comerciales decisivos hoy para la economía británica, el Reino Unido deberá negociar acuerdos con la UE y con países no pertenecientes a la UE, tales como los EE. UU., India, China, Japón y Australia.
Esas negociaciones tendrán prioridad para Gran Bretaña y no América Latina: más de la mitad del comercio británico tiene lugar actualmente con la UE y el comercio con otros 60 países está regulado por acuerdos realizados a través de la UE.
Definitivamente, el comercio de Gran Bretaña con América Latina es muy menor como para que la región adquiera cierta relevancia para los británicos en caso de un brexit. Los tiempos en que Gran Bretaña tenía un gran peso económico en América Latina hace mucho que pertenecen al pasado.