Ciudad de Guatemala, 29 de junio de 2015 (EFE).- Los países centroamericanos apuntan a eliminar sus aduanas por completo a partir del año 2020, aunque la integración del istmo requerirá de una estrategia en conjunto para enfrentar la violencia, según coincidieron los gobernantes de la región durante una cumbre celebrada en Guatemala.
“Con la unión aduanera entre Honduras y Guatemala instamos a que Centroamérica sea un solo territorio aduanero para el 2020″, explicó Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala, en la apertura este viernes de la XLV Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El encuentro regional, que contó con la partición de los ocho países miembros del SICA, tuvo como temas principales la integración de los países del istmo, además de la violencia que azota a la región y los flujos migratorios.
Pérez Molina recordó que su país y Honduras eliminarán sus pasos fronterizos y aduaneros a partir de diciembre, en “un paso que no es aislado sino enmarcado dentro del Sistema de la Integración Centroamericana”.
Las palabras de Pérez Molina abrieron el foro regional, que contó con la participación de sus homólogos de Honduras, Juan Orlando Hernández; de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y de República Dominicana, Danilo Medina Sánchez.
Nicaragua envió a la cumbre a su ministro de Fomento, Industria y Comercio, Orlando Solórzano, en representación del mandatario Daniel Ortega, al igual que Belice, que estuvo presente mediante su embajador en Guatemala, Alexis Rosado.
Los vicepresidentes de Panamá, Isabel de Saint Malo, y de Costa Rica, Helio Fallas Venegas, acudieron para suplir en el foro regional a los gobernantes de sus países, Juan Carlos Varela y Luis Guillermo Solís, respectivamente.
Pérez Molina valoró los “esfuerzos” que ha hecho El Salvador para incorporarse próximamente a la unión aduanera, después de que el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, nombrara un comisionado especial para el tema, aunque subrayó que la “tarea no puede lograrse de manera precipitada”.
“Es un proceso gradual y progresivo, en donde la voluntad de los gobernantes se convierte en un factor decisivo para la continuidad de la agenda regional”, añadió el mandatario guatemalteco.
Sánchez Cerén trajo a discusión en la cumbre la seguridad en Centroamérica, considerada por organismos internacionales como uno de los espacios territoriales más violentos del mundo.
“El Salvador está consciente de la dimensión del problema de la inseguridad y de los efectos devastadores que tiene para el desarrollo”, advirtió durante su intervención de alrededor de cinco minutos.
“Estoy convencido en que debemos buscar soluciones integrales, pues no podemos avanzar en solitario y necesitamos hacerlo unidos como región”, puntualizó.
La opinión de Sánchez Cerén fue respaldada por el mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, quien hizo un llamado a los líderes del istmo para enfrentar la violencia con un “abordaje regional”.
Hernández aprovechó la coyuntura del encuentro para detallar que en “un tiempo especial” su país ha “logrado reducir en más de un 25 por ciento los índices de violencia, particularmente los referidos a los homicidios por cada 100.000 habitantes”.
“Pero el problema no termina ahí, porque si estamos resolviendo el tema de la violencia en Honduras y no lo resolvemos en la región, ese problema puede regresar”, advirtió el abogado y exdiputado hondureño.
La vicepresidenta de Panamá, Isabel de Saint Malo, propuso la creación de un centro de seguridad regional para luchar contra el crimen trasnacional, como una solución para detener la violencia.
La funcionaria catalogó el tema como “prioritario” y agregó que es necesario empezar a aprovechar “el potencial” comercial de la región y coordinar políticas orientadas a mejorar la logística del istmo.
Durante la cumbre, Guatemala entregó a El Salvador la presidencia rotativa del SICA, que ostentó desde enero pasado hasta hoy.
El mandatario de República Dominicana, Danilo Medina Sánchez, elogió la presidencia “activa y dinámica” de Guatemala, y manifestó su deseo en que El Salvador “se caracterice por un igual impulso a nuestra agenda de integración”.
Medina Sánchez, quien cumplirá en 2016 su mandato de cuatro años en la presidencia dominicana, destacó además que “en los próximos años” la región “va a necesitar de este dinamismo” para “hacerle frente a los desafíos que planteen la integración comercial, la seguridad ciudadana y los movimientos migratorios”.
La cumbre, de un día de duración, se celebró en un salón de convenciones del lujoso hotel Santo Domingo, situado 50 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala, en paralelo con otro encuentro con los mismos participantes y representantes de México y Colombia.