Washington, 27 de enero de 2015 (EFE).- El economista jefe del Banco Mundial (BM) para América Latina, Augusto de la Torre, advirtió que las economías de la región "no se están especializando lo que deberían en la formación" de empleo y revisar sus políticas fiscales, por lo que mantener la reducción de la desigualdad de la década pasada será complicado ante el frenazo económico pronosticado en 2015 y 2016.
"América Latina va a estar dividida en un contexto de bajo crecimiento, al contrario que en la década pasada", en la que el crecimiento necesario para reducir la desigualdad e incorporar a población a la clase media fue "respaldado" por la demanda global, indicó De la Torre.
Las declaraciones del economista del BM se produjeron en una conferencia en el centro de estudios Wilson Center de Washington, donde estuvo acompañado por Ángel Mellizo, director del Departamento de Latinoamérica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Ambos expertos, remarcaron el desafío que encara la región dado que se calcula que en 2014 creció apenas un 0,8 % y se espera que en 2015 repunte solo al 1,7 %, de acuerdo con los últimos pronósticos del BM publicados este mes.
"Es una región que tendrá menos recursos y necesitará políticas más inteligentes para mantener la reducción de la desigualdad, ya que la ralentización se prevé que no sea solo en 2015, también en 2016", indicó Mellizo.
Mellizo agregó que si bien es cierto que se ha reducido la desigualdad, "también lo es que se ha hecho desde niveles muy altos".
Insistió, por ello, en la importancia de aplicar políticas fiscales que aumenten la recaudación de impuestos y lo hagan desde un marco más progresivo, para no afectar tanto a los sectores con menores ingresos.
Uno de los grandes factores, apuntó de la Torre, en los que debe invertirse con mayor decisión es en la educación.
"En América Latina todavía hay una gran correlación entre dónde has nacido y donde vas a acabar económicamente", explicó el economista.
Desde el punto de vista fiscal, De la Torre insistió en la necesidad de que los países con subsidios energéticos aprovechen los actuales bajos precios del petróleo para retirarlos y emplear estos fondos para fortalecer los sistemas de pensiones y financiar programas educativos.