Santiago, 2 de marzo de 2015 (EFE).- América Latina es la región del planeta que produce multimillonarios a un ritmo más acelerado, afirmó la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima, en una entrevista con Efe en la que abordó el lóbrego panorama de la desigualdad en la región.
"Durante los últimos años la riqueza en América Latina y el Caribe se ha concentrado en unas pocas manos: mientras que en 2002 existían 25 multimillonarios, en 2014 contabilizamos un total de 114. ¡Se multiplican a un ritmo frenético!", destacó la ugandesa.
Ello significa que en la última década la concentración de la riqueza en esta zona aumentó un 23 % anual -un 8 % más que la media global- y, sin embargo, la brecha entre los ricos y los pobres sigue siendo "enorme", lo que sitúa a la región en la deshonrosa primera posición en el podio de la desigualdad mundial.
Byanyima participó en Chile en una reunión de alto nivel organizada por ONU Mujeres y mañana intervendrá en una mesa redonda en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en la que se hablará de la lucha contra la desigualdad.
La activista y diplomática sostuvo que a pesar de los progresos conseguidos a lo largo de los últimos años, los gobiernos de América Latina y el Caribe "aún tienen mucho por hacer" para reducir la desigualdad en la región, donde, según cifras de Oxfam, existen unos 169 millones de pobres, de los cuales 69 viven en condiciones de miseria extrema.
"Instituciones como el Fondo Monetario Internacional han demostrado que la desigualdad extrema ralentiza el crecimiento de toda una región a largo plazo y elimina la posibilidad de que los más vulnerables salgan del círculo de la pobreza", apuntó.
Byanyima aseguró que la evasión fiscal es una de las razones que llevan a la desmesurada concentración de la riqueza que en ocasiones va a parar a paraísos fiscales, como demostró el reciente escándalo de las cuentas opacas en el banco suizo HSBC.
"Tras la filtración de la lista Falciani descubrimos que dirigentes de compañías latinoamericanas habían escondido 52.000 millones de dólares en un solo banco, una suma equivalente al 24 % de la inversión estatal en salud de toda América Latina", afirmó la ugandesa.
Por este motivo, la principal lucha de Oxfam se centra ahora en la implementación de leyes que puedan frenar la evasión de impuestos, impulsen el pago de sueldos decentes y aumenten la protección social.
"Sabemos que las políticas de protección social han dado sus frutos en países como Brasil, donde se implementó un salario mínimo, lo que al cabo de un tiempo influyó en la reducción de la economía informal y la desigualdad entre hombres y mujeres", destacó Byanyima.
La mejora de la sanidad y la educación secundaria pública son también algunas de las recetas que baraja la organización para librar el combate contra la desigualdad, pues según la dirigente, "se trata de ingresos virtuales que pueden sacar de la pobreza a miles de personas".
"Es la gente sana y con estudios la que es capaz de explotar las oportunidades económicas", remarcó Byanyima.
Para la primera mujer africana que dirige una organización internacional de desarrollo, la meta a corto plazo es conseguir que la lucha contra la desigualdad sea uno de los objetivos adoptados por los países miembros de la ONU en la Cumbre Especial sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará el próximo septiembre.
"Desde Oxfam queremos que los países se comprometan con objetivos claros y diseñen políticas específicas que permitan reducir porcentualmente la desigualdad en 2030", señaló.
Por último, Byanyima destacó la necesidad de convertir estas metas en objetivos mundiales, pues a su juicio "ésta es una problemática que necesita soluciones globales ya que no existe ningún país que lo pueda resolver a nivel local".