La Habana, 16 de junio de 2015.- Con tales calificativos describieron algunos de los presentes la conferencia sobre Cuba ofrecida por el embajador de la Isla en Tailandia, Victor Ramírez, a ejecutivos, hombres y mujeres de negocio, académicos y otros intelectuales “tais”, en la sede del prestigioso Club de Bangkok.
Con el tema de “Actualización del estado de las relaciones Cuba-EE.UU., en su relación con las perspectivas de la economía cubana”, el representante de la Mayor de las Antillas basó sus palabras en precisiones y aclaraciones acerca de las negociaciones que tiene lugar entre nuestro país y el norteño de cara a establecimiento de las relaciones diplomáticas, a la vez que hacía notar las perspectivas que se abren con la nueva ley de inversiones, refiriendo a este propósito para beneficio del público presente algunas de sus bondades más sobresalientes, particularmente en lo que concierne a los sistemas impositivos y exenciones.
En otra parte de la intervención, el Embajador cubano estimuló asimismo al empresariado tailandés, particularmente a los presentes, a participar del novedoso proyecto del Mariel, enfatizando que incluso cuando estaba en sus inicios, atracaban ya en su puerto de aguas profundas súper cargueros que lo utilizaban como punto de redistribución aprovechando el hecho de que en un radio de mil kilómetros no podía encontrarse un semejante, al tiempo que el canal de Panamá se había tornado obsoleto para albergar transito de buques de calado como los que surcan los mares hoy en día.
De especial interés resultó el detalle -traído a colación con todo propósito- de que la terminal de contendedores estaba siendo administrada por una reconocida empresa de Singapur, país que goza de gran prestigio y admiración en este y es espejo en el cual se miran de cara al futuro.
El intercambio de preguntas y respuestas –que se extendió por alrededor de dos horas resultó a ratos desafiante, al interesarse algunos en cuestiones como si el ambiente económico descrito se llevaba a cabo en el contexto de un sistema democrático; otras, desentonantes, como la referida a las razones por las que los cubanos no podían viajar, hasta algunas de carácter más general como las relativas a las razones de las desavenencias con EE.UU., lo relativo a las indemnizaciones por confiscación o, formas a nuestra consideración para incentivar el turismo de tailandeses a la Isla, u otros temas referidos por el orador, como fue el papel del Comandante en Jefe en lo que vino a ser la Revolución Cubana.
La actividad estuvo amenizada con música cubana, videos sobre las bondades y peculiaridades de nuestro archipiélago, asa como “pociones” del néctar cubano mejor conocido en Tailandia, el mojito, que muchos dos presentes degustaban sin saber a quién pertenecía su patrimonio.
El Club de Bangkok, es una entidad multifacética, ubicada en una de las barriadas mas notorias de la capital, Sathorn, famosa por ser sede de numerosas entidades bancarias nacionales y foráneas, empresas transnacionales, centros comerciales y de entretenimiento, cámaras de comercio tailandesas, y más. Sus instalaciones, ubicadas en los pisos 35 al 37 de un emblemático edificio albergan restaurantes de comida local, china y japonesa, así como salones de reuniones, gimnasio, spas, y otras instalaciones que le tornan en local de convergencia de buena parte de lo que “vale y brilla” de la ciudad.