Nueva York, 27 de febrero de 2015 (Reuters).- Las necesidades de financiamiento de los gobiernos de América Latina caerían un 4,3 por ciento este año frente a un 2014 que estuvo marcado por campañas electorales, debido a un mejor perfil de amortización de deudas de países como Brasil, México y Perú, indicó un informe de Fitch Ratings.
La agencia de calificación estimó las necesidades de financiamiento de los gobiernos de la región en 481.000 millones de dólares, lo que representaría un 8,6 por ciento del producto interno bruto de América Latina.
"Si bien una gestión más eficiente ha reducido los pagos de amortizaciones de corto plazo en varios países, se mantienen riesgos para las necesidades de financiamiento en 2015", dijo Shelly Shetty, jefa de Fitch para el grupo de emisores soberanos de América Latina.
Factores como un débil crecimiento regional, el descenso de los precios de las materias primas y las continuas presiones de gastos podrían provocar deterioros fiscales mayores a lo anticipado, dijo Shetty.
De todas formas, el informe indicó que las necesidades de financiamiento de la región deberían permanecer por sobre el promedio del 7,8 por ciento del PIB registrado durante el auge del súperciclo de las materias primas de 2012-2013.
Brasil, Uruguay y Panamá atravesaron por periodos electorales de elevado gasto fiscal en 2014, cuando en promedio las necesidades de financiamiento de los gobiernos de América Latina alcanzaron a un 9,1 por ciento de la producción económica.
Fitch prevé que déficits fiscales moderados en la mayoría de los países que tienen grado de inversión, como México y Brasil, mantendrán las necesidades de emisión de deuda alrededor de la mediana de la región de un 6,3 por ciento del PIB.
En tanto, exportadores de materias primas con holgura fiscal como Chile, Paraguay y Perú deberían seguir arrojando necesidades de financiamiento por debajo de la mediana de la región en 2015, según el reporte de Fitch.
Fitch agregó que la oferta de bonos soberanos externos latinoamericanos podría alcanzar los 24.000 millones de dólares en 2015, con un descenso de 9.000 millones de dólares desde los máximos del 2014.