La Habana, 20 de enero de 2015 (IPS).- Cuba cerró el paréntesis en sus conversaciones con la Unión Europea (UE) para un acuerdo de cooperación y decidió avanzar en el diálogo con ese bloque, en paralelo a las negociaciones para normalizar las relaciones con Estados Unidos tras más de medio siglo de hostilidad.
Mientras todas las miradas permanecen pendientes de que se concrete en esta tercera semana de enero el anunciado restablecimiento de vínculos diplomáticos cubano-estadounidenses, Bruselas y La Habana acordaron realizar el 4 y 5 de marzo la tercera ronda de pláticas iniciadas a fines de abril de 2014 en la capital cubana.
“En un primer momento pensamos que habíamos perdido un poco de prioridad, ahora el mensaje es que no, que el Estado cubano quiere mantener equilibrio entre los dos procesos, lo que es una buena noticia para nosotros, confió a IPS el embajador de la UE ante La Habana, Herman Portocarero.
Delegaciones de Cuba y Estados Unidos se reúnen el miércoles el 21 y el jueves 22 en esta capital, en el primer encuentro después que los dos gobiernos anunciaron el 17 de diciembre el restablecimiento de relaciones diplomáticas, a lo que siguió un primer paquete de medidas de apertura económica establecido por Washington el día 16.
Tras un proceso iniciado en 2008, Cuba y la UE efectuaron en La Habana el 29 y 30 de abril de 2014 su primera ronda de pláticas para la futura firma de un Acuerdo Bilateral de Diálogo Político y Cooperación que, según el diplomático, debe definir aspectos como el rol de la sociedad civil y los grandes temas de colaboración a largo plazo.
Cuba es el único país de América Latina que carece de un acuerdo de cooperación con el bloque europeo.
Una segunda reunión se llevó a cabo en agosto en Bruselas, y el 8 y 9 de este mes las delegaciones de ambas partes debían sentarse a dialogar por tercera ocasión. Pero la cita fue postergada por las autoridades cubanas, sin nueva fecha, a principios de diciembre, aparentemente debido solo a problemas de agenda.
Tras un año en que Cuba fortaleció sus relaciones con el resto de América Latina y el Caribe y con aliados tradicionales como China y Rusia, y que cerró con el histórico anuncio del deshielo con Washington, La Habana deberá ahora hilar fino en sus negociaciones con Bruselas.
El principal objetivo en este caso de la diplomacia cubana es propiciar un mayor intercambio comercial, pero sobre todo un aumento del capital al amparo de la nueva ley de inversiones extranjeras.
En la actualidad, el bloque europeo es el segundo socio comercial de Cuba después de Venezuela, cuyas dificultades económicas abren interrogantes sobre la marcha del abarcador intercambio con esta isla caribeña. En 2013, últimas cifras disponibles, las compras cubanas a Europa sumaron el equivalente a 2.127 millones de dólares y las ventas 971 millones de dólares.
Según analistas, el gobierno de Raúl Castro espera que una relación estable y amparada por un acuerdo marco como el que se busca con el bloque de 28 países ayudará a mejores negocios, pero también a la diversificación de sus relaciones económicas y comerciales ante la perspectiva de que la normalización con Estados Unidos derive en la eliminación del embargo.
Portocarero piensa que la relación de Cuba con su vecino norteño va a acelerar todos los procesos. “Si las autoridades cubanas quieren mantener el equilibrio para que no se monopolice todo a través de Estados Unidos tienen que darnos la atención que nos corresponde”, opinó.
Bruselas comenzó a ver con preocupación que algunas medidas anunciadas por Estados Unidos favorecen a su sector financiero, mientras que el europeo sigue sujeto a millonarias multas por la aplicación extraterritorial de la Ley Helms Burton, que codificó en 2006 el conjunto de sanciones de Washington contra Cuba y solo las puede derogar su Congreso legislativo.
“Es un desequilibrio que tenemos que poner en la mesa con los amigos de Estados Unidos… No puede ser que sigamos con un régimen de sanciones y multas altísimas contra el sector financiero europeo, mientras se quitan restricciones en el caso estadounidense”, comentó Portocarero en entrevista con IPS.
De Cuba, la UE espera un ritmo más acelerado de transformaciones. “Mi mensaje siempre ha sido, vayan más rápido mientras tengan el control, para defender mejor las cosas buenas que tienen que preservarse”, afirmó el embajador. En su opinión, también es deseable avanzar en el marco legal de la ley de inversiones extranjeras para hacerla más atractiva.
“La inversión extranjera es competitiva y zonas especiales (como la cubana de Mariel) hay donde quiera. En estos momentos 30 por ciento del capital foráneo invertido en Cuba proviene de la Unión Europea”, indicó.
Cuba ha indicado que para asegurar el normal crecimiento de su economía necesita inversiones que ronden los 2.500 millones de dólares anuales.
La Zona Especial de Desarrollo de Mariel, a 45 kilómetros al oeste de La Habana y una extensión de 465 kilómetros cuadrados, posee una terminal portuaria modernizada con la cooperación brasileña, y áreas para una amplia gama de actividades productivas abiertas a la inversión extranjera.
Los temas de comercio exterior y cooperación conformaron la agenda de trabajo de la primera y segunda ronda, aunque aún no existe un texto consolidado. Derechos humanos, sociedad civil y buena gobernanza son asuntos de un futuro acuerdo de los que se hablará en la ronda de marzo, aunque también se tratan de manera transversal en otros temas.
Estos temas son de alta sensibilidad para el gobierno cubano, que no admite ser enjuiciado internacionalmente por esos motivos, mientras que son inquietudes puestas en la mesa no solo por Bruselas sino también por Washington.
Al respecto, Castro ha dicho estar dispuesto al diálogo respetuoso y recíproco sobre las discrepancias que incluya conversar sobre “cualquier tema” de Cuba “pero también de los Estados Unidos”.
Más de medio centenar de presos considerados políticos por Washington fueron excarcelados en los primeros días del año, aunque voceros del gobierno de Obama aclararon que los derechos humanos continuarán siendo tema de discusión en las conversaciones sobre migración y normalización de La Habana.
La delegación cubana en el diálogo la presidirá la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro. El miércoles 21 se prevé una reunión para evaluar la marcha de los acuerdos migratorios y las acciones emprendidas por ambas partes para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes, entre otros temas.
En el encuentro de dos días, la delegación estadounidense estará encabezada por Edward Alex Lee, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. La revisión de los acuerdos migratorios de 1994 y 1995 se realiza cada seis meses, en reuniones alternas en Cuba y Estados Unidos.
El 22 de enero tendrá lugar la primera reunión sobre el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, en la cual se tratarán los principios y pasos para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambos países.
Con posterioridad, ese mismo día, habrá otro intercambio para abordar asuntos bilaterales, incluyendo áreas de cooperación en temas de interés mutuo. La representación estadounidense en estos dos encuentros la encabezará la secretaria Estado ajunta para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.