Puerto Príncipe, 12 de enero de 2015 (Télam).- Thibaut Monnier, oficial de comunicaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Haití, aseguró que “países de la UNASUR, como Argentina y Brasil, son parte de los socios clave para trabajos de emergencia y desarrollo” que demanda la reconstrucción del país caribeño tras el terremoto de 2010.
“Argentina está apoyando PNUD Haití con el Proyecto Prohuerta, que promueve una dieta alimentaria equilibrada a través de la producción orgánica a pequeña escala con el fin de proporcionar al pueblo haitiano no sólo con una cantidad suficiente de alimentos, sino también con una mejor variedad”, dijo, en diálogo con Télam.
En virtud de esta iniciativa se han creado 14.719 huertas para 102.000 personas en 7 de los 10 departamentos del país donde el 40 por ciento de los hogares no tiene acceso adecuado a alimentos y el 4.5 por ciento de la población sufre de desnutrición severa, según la Cruz Roja Internacional.
“Además de promover los huertos orgánicos, el programa también ha comenzado a trabajar en las granjas familiares, en la promoción de pequeños experimentos de riego, la producción local de semillas y herramientas caseras”, agregó.
Por otra parte, y en el marco de un proyecto de la Secretaría Técnica de UNASUR que funciona allí desde 2010, Argentina fue cogestora junto a Cuba y Venezuela de la creación del hospital comunitario “Néstor Kirchner” inaugurado en junio del año pasado en la ciudad de Corail, con una capacidad de 18 camas y una población beneficiaria de entre 150 y 200.000 habitantes.
“Acá no hubo organismos multilaterales de crédito, aquí no hubo consultoras, acá simplemente tres países decidimos construir este hospital y lo hicimos: Argentina hizo la obra de infraestructura, Cuba aportó su maravillosa capacitación en materia sanitaria y Venezuela colaboró con lo que es servicios, aparatología y demás”, dijo la presidenta al inaugurar el centro de salud en junio de 2014.
Con una superficie final de 1200 metros, la obra tuvo un costo total de 638.718 dólares, en tanto que el costo total del equipamiento no médico es de 150.000 dólares y los aportes fueron financiados en un 100 por ciento por la UNASUR.