Montevideo, 12 de febrero de 2015 (EFE).- La Unión Europea y América Latina clausuraron su programa de cooperación en materia de políticas sobre drogas (Copolad), en una conferencia en la que ambas regiones destacaron el positivo intercambio de información y apostaron por la promoción de acciones conjuntas contra este “problema global”.
El programa “ha sido un éxito porque ha permitido intercambiar experiencias en grado de igualdad”, manifestó el director de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Pedro Flores, durante el acto en Montevideo.
Así, Flores apuntó que este flujo de información es “vital” para “enseñar políticas de drogas tanto en América Latina, como en la UE”.
El cambio permanente en el mercado ilícito de las drogas, así como la evolución en el comportamiento del consumo y la permanente aparición de nuevos estupefacientes requieren “trabajo conjunto”, aseguró a Efe el viceministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Porto, en el encuentro.
“Creo que es uno de los elementos más importantes del mundo actual para enfrentar el problema de las drogas”, señaló Porto, quien coincidió en que “ha sido fundamental el intercambio de información y el desarrollo de capacidades y observatorios en los países”, auspiciados por este programa.
El programa Copolad, nacido a principios de 2011, con sede en Madrid y financiado por la Unión Europea, es una estructura formada por España, Alemania, Francia, Portugal, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay.
También colaboran Costa Rica, México, Ecuador, Rumanía y Polonia, así como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), entre otros.
Durante los últimos cuatro años, el Copolad tuvo como objetivo coordinar las agencias y los observatorios nacionales de drogas, así como impulsar la creación de un diálogo entre las dos regiones sobre políticas de estupefacientes, tanto en la lucha contra el narcotráfico como en la rehabilitación de drogodependientes.
Al respecto, Porto manifestó la necesidad de “formar una red de observatorios globales” como elementos clave para “combatir un flagelo de la humanidad”, contra “el que no podemos decir que los Gobiernos del mundo hayamos tenido éxito”, lamentó.
“Su compromiso, su trabajo, aporta técnicas para paliar el problema mundial de las drogas”, añadió la representante letona de la presidencia protémpore de la UE, Aiga Liepina, quien subrayó que los éxitos de cada país, ya sea a través de este programa o a nivel nacional, “representan un logro global”.
“¿Qué viene después del final del Copolad?”, planteó el jefe de la Unidad de Programas Regionales para Latinoamérica y el Caribe de la Comisión Europea (CE), Jean-Paul Jouliá, durante su intervención en la conferencia.
A lo que él mismo respondió que el compromiso europeo con el programa continúa activo, lo que se traduce en que en noviembre pasado destinaran 10 millones de euros (unos 11,3 millones de dólares) para financiar “su optimización”, apuntó.
La legalización hace un año de la compraventa y cultivo de marihuana en Uruguay, sede del encuentro, también fue un hecho destacado.
De este modo, Flores aseveró que este país suramericano “ha generado cierta expectación por la forma novedosa en la que trata de abordar” el problema del narcotráfico.
“Todavía es muy incipiente, es un experimento que estamos realizando, que está muy vinculado a la especificidad de nuestro país”, reseñó Porto, quien insistió en que el Gobierno de Uruguay no quiere alzarse como modelo “de nada, ni nadie”.
Montevideo acoge hasta hoy jueves una serie de conferencias en materia de política internacional sobre drogas con la participación de expertos y autoridades de todo el mundo en el marco de las reuniones de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea.