Montevideo, 7 de julio de 2015.- Con una conferencia sobre cooperación sur-sur se inició el Ciclo de Encuentros sobre Cooperación al Desarrollo, organizado por la AUCI y la AECID. Esta actividad estuvo enmarcada en una serie de actividades que la AUCI prevé llevar adelante para fortalecer las capacidades y conocimientos de los actores nacionales de la cooperación al desarrollo.
En esta oportunidad, el español Bruno Ayllón, quien es uno de los académicos más destacados en el estudio de la cooperación sur-sur de la región, fue invitado a realizó una ponencia sobre “Las experiencias de cooperación sur - sur de Uruguay, El Salvador y Ecuador en el marco de la gobernanza regional del desarrollo”. Posteriormente, cuatro comentaristas de Uruguay y El Salvador realizaron sus aportes e iniciaron el debate.
La apertura de la actividad, realizada en el Centro de Formación de la Cooperación Española, estuvo a cargo de la directora ejecutiva de la AUCI, Andrea Vignolo, el director del Centro de Formación la Cooperación Española en Montevideo, Manuel de la Iglesia-Caruncho y del coordinador general de la Cooperación Española en el Uruguay, Juan del Pozo.
Fortalecimiento del sistema de cooperación
Una de las principales líneas de trabajo que se propone llevar adelante la AUCI es el fortalecimiento del Sistema Nacional de Cooperación Internacional, a través de la realización de una planificación estratégica de la política de cooperación para los próximos años, la organización de talleres, instancias de reflexión y la búsqueda de una efectiva comunicación entre los distintos actores que lo componen.
En este sentido, Vignolo afirmó que desde la AUCI se trabajará en la creación de un fondo de apoyo para la capacitación de los actores estatales vinculados a la cooperación internacional, en cursos cortos de especialización o actualización sobre esta temática. “Creemos que esto podrá redundar en un fortalecimiento de las capacidades de gestión y prospectiva de fondos de cooperación internacional de Uruguay”, agregó.
Respecto a la consolidación del Sistema Nacional de Cooperación, la directora de la AUCI destacó, además, que se buscará un mayor relacionamiento con los gobiernos departamentales y municipales, acompañando así la prioridad de este gobierno de apoyar la descentralización. Para Vignolo “uno de los desafíos pendientes es profundizar el relacionamiento con la sociedad civil y con la academia para generar las sinergias necesarias para concebir e implementar la política de cooperación de Uruguay”.
Estudios de casos en CSS
En América Latina, Uruguay, El Salvador y Ecuador, por su filosofía, experiencias institucionales, prácticas y propuestas sobre desarrollo, constituyen casos relevantes de estudio. Estos países tienen en común que son países de escala pequeña, han realizado avances en la reducción de la pobreza, de la desigualdad y en términos de su desarrollo humano. Todos ellos iniciaron procesos de fortalecimiento de su institucionalidad de la cooperación.
Representan a la diversidad geográfica de la región, en tanto provienen de Sudamérica, de Centroamérica y de la región andina, respectivamente. Los tres tienen arreglos institucionales distintos: Ecuador una Secretará Técnica adscripta al Ministerio de Relaciones Exteriores, El Salvador un Vice-Ministerio de Cooperación que es una dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores y Uruguay una agencia adscripta a la Presidencia.
En materia de su estrategia de CSS, cuentan con catálogos o documentos de capacidades. Dos de ellos han sido sede del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS) y Ecuador fue candidato. Son países que en el último lustro han estado muy activos en los foros globales y regionales de la cooperación, lo que responde a la necesidad de tratar de articular posiciones para promover sus intereses.
La CSS que realizan estos países es una cooperación más genuina en términos de solidaridad, no tiene condicionantes ni ataduras implícitas o explicitas, es una cooperación más directa (con menos burocracia), más próxima a los beneficiarios, más rápida y de mejor acceso a todos los actores involucrados en el diseño de las políticas y a la vez más sencilla. Estos países buscan desplegar su cooperación en esquemas regionales, apuestan a la integración y al fortalecimiento institucional. Ninguno de estos países donan, ni transfieren recursos, no financian infraestructura, ni pagan contratos. En sus proyectos de CSS se comparte conocimiento entre pares que buscan soluciones conjuntas a desafíos similares.
Por todo ello, una estrategia para visibilizar su cooperación podría ser fortalecer el vínculo entre la gestión de la cooperación a nivel del Estado y la comunidad académica en los respectivos países, así como la generación de una alianza entre ellos para posicionar en los diversos foros la cooperación que realizan.
Respecto a la gobernanza de la cooperación, Ayllón se preguntó si ante el impasse y las limitaciones de los foros globales, podríamos plantearnos un escenario de gobernanza regional de la cooperación internacional y si la CELAC podría ser el foro más adecuado para gobernar la cooperación a nivel de nuestro sub-continente.