La Habana, 2 de julio de 2015.- El presidente de Cuba, Raúl Castro, ratificó ayer la decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Estados Unidos y abrir misiones diplomáticas permanentes en los respectivos países, a partir del 20 de julio de 2015.
La parte cubana asume esta decisión, animada por la intención recíproca de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos, subraya una carta del dignatario divulgada por la televisión nacional.
Cuba se inspira, asimismo, en los principios y propósitos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, a saber, la igualdad soberana, el arreglo de las controversias por medios pacíficos, puntualiza el jefe de Estado.
Asimismo, abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, la no intervención en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados.
Señala que el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones deben estar basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y la cooperación en la solución de problemas internacionales, en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos.
Lo anteriormente expresado está en conformidad con el espíritu y las normas establecidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961 y en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares del 24 de abril de 1963, de las cuales Cuba y Estados Unidos son Estados Parte, y estas regirán los nexos bilaterales, enfatizó el mandatario.
En tanto una declaración del gobierno cubano recalca que no podrá haber relaciones normales entre ambas naciones mientras se mantenga el bloqueo económico, comercial y financiero que se aplica con todo rigor, provoca daños y carencias al pueblo cubano.
El documento considera esta política el obstáculo principal al desarrollo de la economía, constituye una violación del Derecho Internacional y afecta los intereses de todos los países, incluyendo los de Estados Unidos.
Para alcanzar la normalización será indispensable también que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, cesen las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba que son violatorias de las normas internacionales y lesivas a nuestra soberanía.
También demanda la eliminación de los programas dirigidos a promover la subversión y la desestabilización internas, y se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas de Washington.
El texto reconoce las decisiones adoptadas hasta el momento por el presidente norteamericano, Barack Obama, de excluir a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional.
También de instar al Congreso de su país a levantar el bloqueo y de comenzar a adoptar medidas para modificar la aplicación de aspectos de esta política en uso de sus prerrogativas ejecutivas.
Como parte del proceso hacia la normalización de las relaciones, a su vez, habrá que construir las bases de unos vínculos inexistentes entre ambos países en toda su historia, explica la declaración.
Estos vínculos deberán cimentarse en el respeto absoluto a la independencia y soberanía; el derecho inalienable de todo Estado a elegir el sistema político, económico, social y cultural, sin injerencia de ninguna forma.
El gobierno de Cuba reitera la disposición a mantener un diálogo respetuoso con Estados Unidos y a desarrollar relaciones de convivencia civilizada, basadas en el respeto a las diferencias entre ambos gobiernos y en la cooperación en temas de beneficio mutuo.