La difícil situación económica que afronta el Ecuador no es consecuencia del modelo económico aplicado por el Gobierno del presidente Rafael Correa que, por el contrario, ha sido, junto a Bolivia y Colombia, el país que “mejor ha resistido la coyuntura económica”
Quito, 25-11-15 (Andes).- Así lo reconoce la Comisión de Estudios Económicos para América Latina y El Caribe (Cepal).
La secretaria ejecutiva del organismo internacional, Alicia Bárcena, indicó en días pasados, en Quito, que mientras unos países del continente enfrenten la adversa situación económica actual “repitiendo el mantra del ajuste y la austeridad, el Ecuador está brindando lecciones perdurable y está fortalecido por su gobernanza fiscal”.
Reiteró que los bajos precios del petróleo y la apreciación del dólar han impactado en el sector fiscal, externo y en la liquidez económica del continente de lo cual Ecuador está saliendo a flote gracias a la inversión pública desplegada desde hace ocho años.
“La Cepal ha seguido de cerca la historia reciente del Ecuador, desde el 2007, bajo el planteamiento de la Revolución Ciudadana (…) Vemos que la calidad de las finanzas públicas ha mejorado sustancialmente y que si se puede potenciar el aporte de la política fiscal privilegiando el desarrollo social y económico del país”.
La gobernanza fiscal y la gobernanza de los recursos naturales el país andino ha logrado mejorar sus indicadores:
A finales de los 90, el 49% de los ecuatorianos eran pobres (casi la mitad de la población) mientras que en 2014 el índice cerró en 22,3% y hasta junio de 2015 se ubicó en el 22,01%. Entre 2006 y 2014, 1,3 millones de personas salieron de la pobreza.
Índice de GINI (que mide la desigualdad social): El indicador bajó de 57,4 a 47,3, lo que constituye un promedio menor al que registra el resto de países de la región.
Inversión en Salud: Desde 2007, aumentó 4 veces: de 200 a casi 800 dólares per capital, según la Cepal. De acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo Social, la inversión en proyectos de salud pasó de 586 millones de dólares, en 2007, a 2408 millones, en 2014.
Deuda Pública: Pasó del 76,4% respecto al PIB, a 29,9%, siendo el más bajo que el promedio de la región, según datos de la Cepal. Durante el gobierno de Jamil Mahuad, cuando el país andino adoptó la dolarización luego de una crisis bancaria, la deuda llegó al 81%.
Ingresos tributarios: Pasaron del 10,1% del PIB, donde están todavía muchos países de la zona, a 19,1% entre los años 2000 y 2014. La presión tributaria registra el segundo mayor incremento en ese período con un sistema sólido y progresivo basado en ingresos permanentes.
Gasto de Capital: Representa un 23,8% del gasto total en 2006 y subió a 49,1% en 2014, es decir que el gasto de capital es superior al gasto corriente y es menor al promedio de la región.
Inversión Pública con alta rentabilidad: Se ubica con la tasa más alta de la región con el 15,1% del PIB, con tasas de retorno cercanas al 40%. EN los años 90 la inversión era del 4%.
Con estos datos, la Cepal considera que “los países que han mostrado un mayor dinamismo sus economías están Bolivia (que ha pasado del 12,2% al 21,2% del PIB entre 1990 y 2014), Colombia (del 16,8% al 26,3%), el Ecuador (del 19,3% al 29%), Haití (del 12,5% al 27,5%), Nicaragua (del 17,4% al 26,4%), Panamá (del 6,4% al 29,8%) y el Perú (del 13,5% al 24,7%).
Y destaca que, según la regla fiscal vigente, los gastos de capital se financian con recursos no permanentes, por lo que el fuerte aumento de la inversión se explica fundamentalmente por el comportamiento al alza de los ingresos petroleros.