Ciudad de México, 27 de agosto de 2015.- Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluirán entre sus metas el fortalecimiento de Internet y América Latina va a comenzar su cumplimiento con rezago en aspectos que son clave para ampliar su uso educativo o médico e incrementar su seguridad y ancho de banda.
Ese retraso se observa especialmente en la construcción de puntos de intercambio de tráfico de Internet (IXP, en inglés) y la migración del protocolo de Internet de la versión 4 a la 6 (IPv6, en inglés).
En el primer caso, esos puntos neutros de interconexión permiten la gestión veloz de mayor cantidad de datos, porque circulan en el territorio nacional sin necesidad sin necesidad de accesos hacia el exterior. Así se rebajan costos y se aumenta la calidad del servicio.
En el segundo, la versión IPv6 brinda espacio de direcciones prácticamente infinito, mejor soporte para seguridad, computación móvil, mejor calidad de servicio y un mejor diseño para el transporte de tráfico multimedia en tiempo real. Ello representa un enorme potencial para su aplicación social en temas como salud y educación.
Para Lacier Dias, profesor de la consultora brasileña VLSM, el avance en su país no es suficiente.
“Falta inversión y más infraestructura. Es un desafío llevarlo a todo el país, por el tamaño del territorio y la distancia. Otro desafío es ofrecer banda ancha a todos los usuarios”, refirió el especialista a IPS.
En la región, Brasil lidera la operación de IXP, con 31 sitios, según el estudio de 2014 “Expansión de infraestructura regional para la interconexión de tráfico de Internet en América Latina”, elaborado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), que opera como banco de desarrollo regional.
La posición de Brasil obedece a una política pública a favor de esta infraestructura, combinado con una agencia multisectorial eficaz, el Comité Gestor de Internet (CGI), que administra la red de país con la participación del gobierno, las empresas, la academia y la sociedad civil.
En 2004, el CGI lanzó la iniciativa “Punto de intercambio de tráfico” para instalar más IXP entre universidades y proveedores de servicios de telecomunicaciones e Internet.
Los 32 IXP cubren al menos 16 de los 26 estados brasileños, con un pico de tráfico agregado de 250 gigabytes. Se ha identificado 16 puntos potenciales de IXP, mientras al menos 47 están bajo evaluación.
En Argentina, el primer IXP surgió en 1998 y ahora operan 11 en cinco provincias. Con ellos se entrelaza a más de 80 operadores de redes mediante un nodo en Buenos Aires. El tráfico total supera ocho gigabytes por segundo.
Este concentrador, conocido también por el vocablo inglés hub, es gestionado por la Cámara Argentina de Bases de Datos y Servicios en Línea, que aglutina a proveedores de internet, telefonía y contenidos en línea.
México abrió su único IXP en 2014, administrado por el Consorcio para el Intercambio de Tráfico por Internet, integrado por la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet y proveedores de servicios cibernéticos.
Los usuarios de esos sitios son proveedores de Internet, los sistemas educativos, los gobiernos estadales y otros.
En una cumbre que congregará a jefes de Estado y de gobierno en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, entre el 25 y el 27 de septiembre, se adoptarán los 17 ODS, con 169 metas específicas a alcanzar para 2030.
El noveno ODS compromete a “desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación”, y dentro de él la meta 9-C demanda “incrementar significativamente el acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados en 2020”.
En América Latina, al contrario que en Europa, aún no operan IXP regionales para agregar tráfico entre países.
En el Estado de la Banda Ancha 2015, lanzado en julio por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se indica que casi la mitad de la población latinoamericana usa Internet.
Chile, Argentina y Uruguay, por ese orden, son los países con más usuarios conectados, mientras Guatemala, Honduras y Nicaragua cuentan con el menor número, en una región dominada por la brecha en el acceso entre las zonas rurales y urbanas.
En cuanto a de la banda ancha, el acceso a Internet de alta velocidad según estándares de la estadounidense Comisión Federal de las Comunicaciones, el estudio de la Cepal indica que Uruguay, Argentina, Chile y México reportan las mayores conexiones superiores a los 10 megabytes por segundo y a la zaga quedan Perú, Costa Rica, Venezuela y Bolivia.
En tanto, el mayor consumo de banda ancha por dispositivos móviles se da en Costa Rica, Brasil, Uruguay y Venezuela, mientras el menor lo tienen Paraguay, Guatemala, Perú y Nicaragua.
“La región debe interconectarse más y, para ello, hay que fomentar el tráfico e IXP regional. En intercambio de tráfico, hay mucho por hacer. No hay nodos. Hay que construir infraestructura, con anillos regionales”, declaró a IPS el secretario nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación de Paraguay, David Ocampos.
Esa nación construye su primer punto IXP.
De todo el contenido consultado en América Latina, solo 30 por ciento es producido en alguno de sus países, lo cual es achacable a la disponibilidad de banda ancha y a infraestructuras como puntos IXP e IPv6, según el estudio “El ecosistema y la economía digital en América Latina”, elaborado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina.
De los 100 sitios más populares en la región, solo 26 son creados en alguno de sus países, aunque el consumo de cibertráfico por usuario subió 62 por ciento en los últimos años, por encima del incremento mundial.
En los países latinoamericanos se han invertido 150.000 millones de dólares en telecomunicaciones en los últimos siete años, pero para los próximos siete se requiere de otros 400.000 millones para cerrar la llamada brecha digital.
La CAF propone la construcción de tres IXP interregionales, situados en Brasil, Panamá y Perú, así como tres tipos de conexión nacionales en el resto de la región, para integrarse a las primeras.
Respecto a IPv6, lanzado mundialmente en 2012, América Latina y el Caribe transitan lentamente a ese estándar.
La región agotó oficialmente en junio de 2014 el espacio de direcciones IPv4 que le habían sido asignadas.
El año pasado, Brasil poseía casi 54 por ciento de ese espacio regional asignado, México, 10 por ciento; Argentina, 10 por ciento; Chile, casi seis por ciento y Colombia, casi cuatro por ciento, según las estadísticas del Registro de Direcciones de Internet para América Latina y Caribe.
En el protocolo IPv6, Brasil comanda la lista, con 70 por ciento; Argentina, nueve por ciento; Colombia, tres por ciento; Chile, 2,5 por ciento, y México, 2,3 por ciento.
“Con IPv6 se puede abarcar a todos los usuarios de internet, redes de tercera generación, móviles. A partir de este año, Brasil solo compra equipos tecnológicos que soporten IPv6”, señaló el brasileño Dias.
“Todos apuestan a IPv6, es la migración natural de Internet. Con más IXP, viene el paso a IPv6. La banda ancha impulsa el IPv6 y permite el incremento de usuarios”, planteó el paraguayo Campos.
La Cepal indica que en 2013, la penetración de banda ancha fija se situó en nueve por ciento en la región y de móvil, en 30 por ciento. De los 18 países analizados, en 16 hay mayor penetración de banda ancha móvil que fija.
La Unión de Naciones Suramericanas, que reúne a 12 naciones, construye un anillo de más de 10.000 kilómetros de fibra óptica para unir a los integrantes del bloque.