Montevideo, 1 de octubre de 2015.- El comercio intrarregional volvió a observar una leve contracción en agosto de 2015 (-0,8%), confirmando la tendencia negativa que se registra desde el segundo trimestre de 2013, informó la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Según la ALADI, la tendencia negativa, especialmente del comercio intrarregional, se inició antes que la correspondiente a los flujos globales, pronunciándose aún más en los últimos años.
Los dos principales flujos bilaterales del comercio intrarregional, Argentina-Brasil, exhibieron un “magro desempeño”. En ese sentido el informe señala que las exportaciones brasileñas al mercado argentino registran una caída sostenida, ubicándose en su nivel más bajo (-40%) en julio de 2013.
Por su parte, las importaciones de Brasil desde su vecino país también experimentaron una significativa caída (-44,6%). “La evolución de estos dos flujos bilaterales tienen una importante incidencia en el comercio intrarregional en la medida en que en conjunto dan cuenta de un quinto del total”, destacó la ALADI.
Asimismo, señaló que la falta de dinamismo del comercio intrarregional está determinada en parte por la desaceleración de la actividad regional.
En cuanto al comercio global, el informe indica que el nuevo retroceso registrado en el mes de agosto (-0,2%), marca un acumulado de catorce meses consecutivos de contracción. Para la ALADI el comportamiento de las ventas externas globales es resultado de tendencias diferentes a nivel de los principales países exportadores.
Las exportaciones de México, principal país exportador de la ALADI, arrojaron una tendencia creciente desde la última crisis hasta mediados de 2014, cuando se estabilizaron. Mientras que las ventas externas de Brasil, segundo país exportador de la región, marcaron una tendencia negativa desde fines de 2013.
Las importaciones, por su parte, se estabilizaron en agosto (0,1%). Sin embargo, no lograron revertir la tendencia negativa de los últimos meses. Cabe mencionar que las compras externas de la región se encontraban prácticamente estancadas desde mediados de 2011.
A partir de julio de 2014, las importaciones globales de la ALADI comenzaron a evidenciar una tendencia negativa, siendo la principal causa la desaceleración del ritmo de crecimiento de la actividad económica en los países miembros.