Ciudad de México, 13 de julio de 2015.- La economía mundial tiene una nueva alerta roja: América Latina. China es el mayor socio comercial de muchos países latinos y el lento crecimiento del "dragón" está arrastrando a la región, pese a que Estados Unidos ha tratado de reafirmar su presencia en los últimos meses.
Al cierre del año pasado, el Ministerio de Comercio Chino dio a conocer que la inversión total de ese país en la región fue de 98,900 millones de dólares (unos 88,500 millones de euros), destacando principalmente en los mercados de Brasil, Chile, Colombia y Perú.
Por sectores, la presencia china se ha incrementado en el sector de los recursos energéticos, el transporte, construcción y comunicaciones. Además, se ha incrementado la presencia de capital chino en empresas latinoamericanas.
Por el momento, China sigue colaborando con las economías latinoamericanas y recientemente ha anunciado la colaboración con Argentina para mejorar su sector energético.
De acuerdo a un análisis del Banco Mundial, 2015 será el peor año en crecimiento de América Latina desde la crisis financiera y las tres 'C' (China, commodities y currency) la están convirtiendo como la región "más vulnerable" hacia la economía inestable de China y el colapso de su mercado.
Pero las cosas podrían ponerse peor en los próximos meses. La fuerte alza del dólar ha ayudado a ganar terreno ante las monedas latinoamericanas, lo que provoca que sea más caro comprar importaciones y pagar sus deudas en dólares.
En lo que va del año, el peso mexicano ha caído alrededor de un 7%, el real brasileño ha perdido el 21%, mientras que la moneda de Colombia ha perdido 13% de su valor frente al dólar.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo a 0.5% su previsión del crecimiento económico de América Latina y el Caribe en 2015, por un reflejo de caídas en precios de commodities y más rígidas condiciones financieras externas.
En abril pasado, el Fondo había previsto un mediocre crecimiento de 0.9% en la región para 2015 y de 1.7% para 2016.
De acuerdo con las nuevas perspectivas, Brasil cerrará el año con su economía en retracción de 1.5% y para el próximo año, iniciará una tímida recuperación con crecimiento de 0.7%, por debajo de la previsión de 1% anunciada en abril.
En el caso de México, deberá exhibir este año un crecimiento de 2.4%, en desaceleración con relación a los datos anunciados en abril, cuando el FMI estimó un avance de 3%. Para el año 2016, el FMI rebajó la previsión de crecimiento de 3.3% a 3.0%.