Santiago, 23 de julio de 2015.- La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, indicó que la región debe apostar por la innovación para elevar la productividad y generar empleos de mayor calidad, impulsando al mismo tiempo el dinamismo económico y la inclusión social.
Alicia Bárcena intervino en Santiago de Chile en el III Foro Chile-Unión Europea, dedicado a la innovación como motor de desarrollo e inclusión social y organizado por la Fundación Euroamérica. A lo largo de dos días (21 y 22 de julio), el encuentro también contó con la participación de la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y de ministros de su Gobierno, funcionarios de organismos internacionales y representantes del sector privado.
“La inclusión social y el dinamismo económico no deben estar reñidos, y la innovación puede ser un eslabón clave. Pero de nada servirá que llegue solo a la capa más rica, necesitamos que llegue a todos”, recalcó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. En su presentación, Alicia Bárcena ahondó en las sinergias entre la política industrial, la innovación y el sistema laboral.
Según señaló, América Latina solo invierte cerca de 0,8 % de su producto interno bruto (PIB) anual en investigación y desarrollo (I+D), y la mayoría de esos recursos proceden del sector público, mientras que en la Unión Europea (UE) esa tasa asciende a casi 2 %, con una participación muy importante del sector empresarial a través de alianzas público-privadas.
En este contexto, la máxima representante de la CEPAL abogó por impulsar una política industrial que no esté necesariamente basada en las manufacturas, sino también en la economía digital, y que permita así diversificar el patrón exportador, muy dependiente de las materias primas, que en 2013 representaron 41,3 % de los envíos de la región al exterior.
Alicia Bárcena agregó que para ello la región debe pasar de las ventajas comparativas estáticas, que se basan en la disponibilidad de materias primas y bajos costos de los factores de producción, a las dinámicas, vinculadas a la diversificación productiva y al conocimiento y las nuevas tecnologías.
Esa transformación se plasmaría en un aumento de la productividad que debería llevar a la generación de empleos de mejor calidad y a una mayor inclusión social. “La inclusión social debe hacerse desde el sistema laboral con mayor productividad. No basta con políticas sociales”, subrayó Alicia Bárcena, quien remarcó que la CEPAL propugna un acuerdo entre el Estado, el mercado y la sociedad para promover un cambio estructural para la igualdad.
Según cifras de 2009 para 18 países de América Latina, el estrato empresarial más productivo genera dos terceras partes del PIB regional (66,9 %), pero solo 19,8 % del empleo, mientras que los menos productivos emplean al 50 % de los trabajadores y generan 10 % del PIB. Esta disparidad en el aporte de cada sector al producto y al empleo se traduce en una distribución también muy desigual en los ingresos de los trabajadores.
Por otra parte, América Latina y el Caribe se encuentra muy rezagada tanto en número de investigadores como en número de patentes. Según cifras de CEPAL, en 2012 la región contaba con 1,2 investigadores por cada 1.000 trabajadores, mientras que en países europeos como España y Portugal esa tasa se situaba en 5,5 y 9,1, respectivamente. Según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en ese mismo año la región tuvo una representación de 2,5 % de las solicitudes mundiales de patentes.
En materia de recursos humanos, Alicia Bárcena subrayó asimismo la necesidad de establecer un mayor diálogo entre el sector productivo y el educativo, así como de potenciar la educación técnica.