Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, atraviesa por su peor recesión en 25 años. Venezuela, en tanto, cerraría este año con una profunda contracción económica y una inflación mayor al 100 por ciento.
Fitch Ratings revisó su pronóstico para el Producto Interno Bruto real de América Latina este año a una contracción del 0,6 por ciento desde un crecimiento del 0,5 por ciento estimado en abril, ya que dificultades externas y problemas domésticos afectan a la mayor parte de los países de la región.
Otro factor importante para la rebaja es que las recesiones en Brasil y Venezuela se siguen profundizando, reseñó Reuters.
Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, atraviesa por su peor recesión en 25 años. Venezuela, en tanto, cerraría este año con una profunda contracción económica y una inflación mayor al 100 por ciento.
"Los vientos en contra externos debido a la desaceleración en China y menores precios de las materias primas, en conjunto con desafíos domésticos como una más debilitada confianza y un ruido político mayor, han tenido un negativo impacto en el crecimiento de las exportaciones de materias primas, las cuentas fiscales y las dinámicas externas", dijo Fitch.
La agencia aseguró también que aunque la volatilidad financiera se ha incrementado para la región y otros mercados emergentes, la flexibilidad de las monedas y la acumulación de importantes colchones financieros han ayudado a los países de América Latina a absorber los choques externos.
Fitch espera que los déficits se amplíen a un 4,3 por ciento este año desde un 3,9 por ciento en el 2014, debido a "menores ingresos relativos a las materias primas, un crecimiento más bajo y las continuas presiones de gasto".
Por el lado de las calificaciones crediticias, Fitch afirmó que, pese a que ha reducido sus estimaciones de crecimiento para la mayoría de las economías de la región, las tendencias de las notas soberanas en general son estables.
En la actualidad, sólo Brasil y Costa Rica mantienen un panorama negativo sobre sus notas soberanas.
Fitch, que hace menos de dos semanas redujo la nota crediticia de Brasil para dejarla al borde de la categoría especulativa, manifestó el miércoles su preocupación por las cuentas fiscales del país.