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Celac trabajó duro durante un año en la construcción de un espacio de diálogo con vista a la COP 21.
Quito, 03 dic (Andes).- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) busca, en la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, un acuerdo vinculante y que funcione para los pobres, según afirmó en París Daniel Ortega, ministro del Ambiente en Ecuador, país que ostenta la presidencia pro tempore del bloque este año.
"La Celac trabajó todo un año en la construcción de un espacio de diálogo", indicó Ortega en entrevista con Prensa Latina en la urbe parisina, donde apuntó que esa tarea no ha sido fácil, tratándose de 33 naciones con visiones distintas, muy heterogéneas, incluso políticas y de proyección e inserción internacional.
Según dijo, existe un consenso del grupo en esta reunión, una posición sólida que demanda un acuerdo vinculante, que funcione para los pobres.
“Esto nos da una visión regional que se refuerza en el marco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), desde el punto de vista de justicia climática”, acotó el representante de Ecuador.
A su juicio, existe un gran fortalecimiento en la región, y la misma Celac lo refleja, con una prioridad principal y transversal a todos los esfuerzos para poder erradicar la pobreza extrema en el continente latinoamericano, donde unos 69 millones de personas que viven con menos de un dólar al día.
“Seríamos completamente incoherentes si no apuntáramos a la justicia, al pago de una deuda ecológica que se refleje en un acuerdo vinculante, en medidas de acción diferenciadas, en recursos por parte de aquellos que nos deben la deuda ecológica y, sobre todo, en una coherencia también de un cambio social global”, enfatizó.
Recalcó que Ecuador habla de una declaración universal de los derechos de la naturaleza, de una corte de justicia ambiental, de un tratado vinculante en derechos humanos para trasnacionales y expuso que con ello esencialmente se está posicionando un nuevo pacto social que debe corregir la perversidad de un modelo neoliberal que lo único que nos ha heredado es una gran crisis civilizatoria.
Puntualizó que las condiciones con las cuales arrancaron las negociaciones en esta cumbre son complejas, al tiempo que opinó que existe una gran voluntad política que se demuestra con la participación de unos 150 jefes de Estado o Gobierno en la inauguración del evento.
“Hay naciones como Ecuador que vinieron ya con la tarea realizada a la reunión. Nosotros estamos alcanzando un 96% de energía renovable en nuestra matriz de electricidad”, resaltó.
Consideró que si un país como Ecuador, con recursos limitados, pudo invertir 8.000 millones de dólares en el desarrollo de una matriz energética sostenible, otros con mayores recursos también podrían hacerlo si tuvieran la voluntad política.
Es muy importante, expuso, que pese a las discusiones que mantienen los Estados, se pueda avanzar mucho o poco en acuerdo políticos y diplomáticos, los ciudadanos deben tener la clara convicción de que la solución a la crisis del cambio climático pasa también por sus decisiones diarias, son realmente agentes de cambio.
“Las discusiones, por más que alcancemos acuerdos globales importantes, tienen que pasar a fase de implementación y eso requiere del compromiso de los ciudadanos. La revolución está en cada persona, en cada corazón”, insistió.
Los países de la Celac concentran una tercera parte del agua dulce, una quinta parte de los bosques naturales y un 12% de superficie cultivable de todo el mundo, y poseen el 65% de las reservas mundiales de litio, de 49% de plata y de 44% de cobre, entre otros metales y minerales.
Además, América Latina y El Caribe aportan una tercera parte de la producción mundial de bioetanol, cerca de 25% de biocombustibles, y 13% de petróleo, mostrando un avance en el manejo responsable y soberano de sus economías, con un mercado de más de 500 millones de personas.