Bogotá, 20 de agosto de 2015.- La Alianza del Pacífico, posiblemente el bloque económico más atractivo de los países emergentes en el mundo, quiere ver resultados más tangibles en temas de infraestructura en Colombia y sus países miembros.
Así lo acordaron los presidentes de las cuatro naciones (Colombia, Chile, México y Perú) que pidieron acelerar la integración en infraestructura, mercados de capitales, comercio y medicina, durante la reciente cumbre del organismo en Paracas, Perú.
Una de las iniciativas clave lanzadas en la Cumbre de Paracas, vino del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que el próximo año ofrecerá al sector privado US$2.000 millones en créditos para financiar empresas pequeñas y proyectos de infraestructura en América Latina.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, dijo que la entidad juega un rol clave en poner más financiamiento a disposición del sector privado y mejorar los niveles de crédito.
Además de calcular el déficit de infraestructura de América Latina en US$150.000 millones, Moreno señaló que la iniciativa representa una alentadora reacción al adverso clima económico.
Según el directivo, las economías que integran la Alianza crecerían cerca de 3 por ciento este año, muy por encima de la proyección promedio de 1 por ciento estimada para la región. Sin embargo, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha proyectado que el PIB del país se expandirá 3,6 por ciento, revisando a la baja el pronóstico original de 4,2 por ciento.
En línea con esta necesidad de desarrollar la infraestructura, algunos países miembros estudian proyectos regionales como una red energética integrada. Adicionalmente, los cuatro países planean integrar gradualmente los mercados de capitales por medio del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA).
“Se está avanzando en abrir el camino para salidas a bolsa y ventas de bonos. También se espera que tales operaciones fortalezcan el rol de los fondos privados de pensiones, que tradicionalmente han sido los principales financiadores de proyectos de infraestructura”, dijo el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, celebró el resultado de la cumbre y el compromiso de los países miembros en hacer el mecanismo de integración más “pragmático y eficiente”.
Por su parte, Colombia sigue buscando incrementar la inversión en infraestructura para afianzar el crecimiento económico.
En el 2011 el Gobierno invirtió un 1 por ciento del PIB en infraestructura, un 1,3 por ciento en el 2012 y un 2 por ciento el en 2013, según la Cámara Colombiana de Infraestructura.
La inversión privada en carreteras, puertos y vías férreas subió un 24 por ciento el año pasado y llegó a casi $4,6 billones, según cifras de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Adicionalmente, el programa de carreteras –que asciende a $50 billones e incluye 330 kilómetros de nuevas carreteras proyectadas para el 2015–, continúa siendo una prioridad para el país.
En total, las nuevas concesiones de carreteras 4G incluyen 1.300 kilómetros de carreteras de cuatro carriles, 140 kilómetros de túneles y 150 kilómetros de puentes y pasos elevados. El Gobierno espera reducir los costos del transporte en 20 por ciento y también rebajar los tiempos de transporte entre los centros de producción de Colombia y sus puertos en 30 por ciento.
Desafíos después del auge de las materias primas
Colombia, junto con otros actores regionales, pasa actualmente por una desaceleración económica debido a los menores precios de sus exportaciones tras el auge de los bienes básicos, que duraron una década. El desafiante clima económico ha llevado a los líderes de la Alianza a explorar nuevas maneras de mejorar la inversión en infraestructura y en los protocolos de gasto fiscal.
También se está estudiando la armonización de procedimientos operacionales de negocios en todo el bloque. Esto facilitará la inversión para empresas que buscan canalizar fondos hacia infraestructura y otros proyectos.