Miércoles, 11 de noviembre de 2015.- La IV cumbre de jefes de Estado de América del Sur-Países Árabes (ASPA) entra hoy en su recta final con un llamado a la unidad, tanto económica, comercial y política, como a afrontar grandes desafíos mundiales.
El peligro que representan el terrorismo y el cambio climático para la humanidad, y el drama de millones de refugiados que huyen de la pobreza y la guerra en África y Medio Oriente se mantienen como ejes referenciales de las intervenciones de muchos mandatarios y jefes de delegaciones.
Tanto el anfitrión de la reunión, el rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saudita, como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subrayaron ayer en sendos discursos la necesidad de acciones concertadas para aprovechar las vastas potencialidades y el peso mundial de ambas regiones.
Ban, quien anoche partió de Riad, fue recibido por Salman en el Centro de Conferencias Rey Abdulaziz, sede de la cita, para abordar asuntos de impacto regional e internacional, en particular las gestiones de la ONU ante el reino y sus socios del Golfo para detener las guerras en Siria y en Yemen.
En la audiencia del rey participaron miembros de la Casa Real y los ministros del gabinete saudita responsables de Relaciones Exteriores, Seguridad Interna, Defensa, Finanzas y Petróleo, pues también se habló de la cumbre de la ONU sobre Cambio Climático en París y los precios del crudo.
Sin embargo, dos asuntos recurrentes son la amenaza del terrorismo islamista y su propagación por Medio Oriente y más allá, y la estrepitosa caída de los precios del petróleo en mercado mundial, punto este último al que se referirán los presidentes Nicolás Maduro y Rafael Correa.
Fuentes diplomáticas de Venezuela indicaron que Maduro dedicará buena parte de su discurso y sus reuniones colaterales con el rey Salman y otras personalidades a recabar coordinación y solidaridad entre las naciones productoras del crudo para detener el colapso de los precios.
Tanto Caracas como Quito, miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), apelan a una fórmula intermedia para elevar los precios, mientras Riad es partidaria de sacrificarlos, pero mantener los niveles de producción.
Correa prevé traer al plenario de la cumbre ASPA la posición del gobierno ecuatoriano de definir y aplicar un acuerdo para que la OPEP reduzca cuotas de producción del carburante, a fin de aliviar los problemas financieros.