Santiago, 8 de septiembre de 2015.- Uno de los principales desafíos de la actualidad es posicionar al Estado en el lugar que le cabe frente al futuro y crear una nueva arquitectura estatal que le permita ser el conductor de las estrategias de desarrollo de los países de la región, indicó el Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Antonio Prado, durante la inauguración de un seminario que se realizó en Brasil el 3 y 4 de septiembre de 2015.
El alto funcionario de las Naciones Unidas fue uno de los oradores principales del Seminario internacional sobre el papel del Estado en el siglo XXI: desafíos para la gestión pública, organizado por la Escuela Nacional de Administración Pública y el Ministerio de Planeamiento, Presupuesto y Gestión de Brasil.
La reunión contó con la participación de autoridades del país anfitrión, así como de expertos de la ONU y académicos internacionales, entre ellos Nelson Barbosa, Ministro de Planeamiento, Presupuesto y Gestión de Brasil, Carlos Gabas, Ministro de Previsión Social de Brasil, Gleisson Rubin, Presidente de la Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP), y Jorge Chediek, Coordinador-Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante-Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Brasil.
En su discurso, Antonio Prado señaló que actualmente los Estados de la región enfrentan un déficit considerable, producto de la heterogeneidad estructural, de una historia de desigualdades, de reformas fiscales sin terminar y de una trayectoria política que aún debe avanzar hacia una mayor calidad de la democracia.
“El Estado tiene un rol central en la cuestión de la igualdad. En nuestra visión del desarrollo, es necesario que las sociedades restituyan la importancia de tres valores esenciales: el interés general y la disponibilidad de bienes públicos, el valor de una visión estratégica compartida, y el valor de la política”, explicó Prado.
El Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL añadió que estos tres valores exigen un nuevo papel del Estado y una plena vigencia de la democracia.
“El mercado por sí solo no produce igualdad en el acceso a los bienes públicos, ni tampoco tiene preocupaciones de largo plazo. Pero esto no significa negar su utilidad para la distribución de recursos y disponibilidad de servicios. En este sentido, postular un mayor protagonismo del Estado no significa negar la importancia de las funciones del mercado”, precisó Prado.
Antonio Prado, quien realizó también durante el seminario una presentación sobre la nueva ecuación Estado, Mercado y Sociedad, basada en la trilogía de la igualdad de la CEPAL, agregó que existen grandes desafíos en materia de políticas de Estado para dinamizar el crecimiento, promover la productividad, fomentar una mayor articulación territorial, favorecer mejores condiciones de empleo e instituciones que provean bienes públicos y protección social con una clara vocación universalista y redistributiva.