Madrid, 26 de mayo de 2014.- En América Latina, el crecimiento económico registrado en la última década ha conseguido mejorar de forma notable los índices de pobreza y desigualdad estructural que han azotado históricamente a la región. Sin embargo, los países latinoamericanos siguen mostrando un reparto de la riqueza muy polarizado.
“América Latina tiene una de las peores distribuciones de ingresos del mundo y niveles de pobreza elevados en relación al ingresos total; eso limita el crecimiento”, asegura Alejandro Werner, director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para América Latina, durante una conversación con EXPANSIÓN, con motivo de su participación en un acto organizado en Madrid por la fundación Ramón Areces.
Werner explica que la región ha vivido una época de bonanza indiscutible, con una notable entrada de ingresos. Sin embargo, “no se ha dado simultáneamente una mejora de los factores estructurales correspondientes, como la educación, la energía, o las infraestructuras; se pasó de una situación en la que había necesidades pero no había recursos, a una situación en la que el financiamiento no es una restricción, pero faltan proyectos o regulación adecuada para llevarlos a cabo”, asegura el director regional del FMI. Es decir, que la economía ha avanzado mucho más rápido que la política.
Hay países que ya están dando pasos para solventar ese desfase. Es el caso de México, que Werner conoce bien, ya que fue subsecretario de Finanzas de este país entre 2006 y 2010: “Se sabía lo que había que hacer, pero faltaba liderazgo y un entorno político adecuado; la administración actual lo han conseguido”, explica el ejecutivo del FMI. Eso, sí, avisa de que, aunque las reformas hayan sentado las bases, todavía falta desarrollarlas desde un punto de vista normativo. “Se necesita un buen desarrollo de estas reformas, porque claramente pueden tener un impacto importante en el corto y el mediano plazo en la economía mexicana”, asegura.
Comercio interior
El país azteca forma parte además, de la Alianza del Pacífico que, a juicio de Werner, cuenta con un “enorme potencial”, no sólo por su fortaleza en el ámbito del comercio internacional, sino porque promueve una integración regional real entre los países miembros –México, Chile, Colombia y Perú–. “Podríamos ver un boom en estas economías: tres de ellas están creciendo por encima de la media de la región [Chile, Colombia y Perú] y su enorme potencial de generación de nuevos mercados repercutirá en el crecimiento de estos países”.
Favorecer el comercio intrarregional es, precisamente, una de las recetas que los organismo internacionales ofrecen a América Latina para conjurar los riesgos de un posible frenazo de China, lo que conllevaría una brusca caída de las exportaciones de materias primas. No obstante, Werner ve a la región bien preparada ante este posible escenario: “Los precios de las materias primas se van a mantener en niveles elevados y la región seguirá teniendo buenos precios para sus exportaciones; además, Latinoamérica está ahora bien preparada, con reservas internacionales, activos en el exterior por parte del sector privado, un tipo de cambio flexible, bancos fuertes y esquemas de inflación que están funcionando relativamente bien”.