La Habana, 8 de mayo (PL).- La VI Cumbre de la Asociación de Estados Caribeños (AEC) realizada recientemente en México constituyó una inyección de energía hacia el proceso integracionista de la región, según Dexter Rose, embajador de San Vicente y las Granadinas aquí.
En declaraciones a Prensa Latina, el también decano del cuerpo diplomático en Cuba comentó que ese mecanismo, que a su juicio sufrió hace unos años una especie de estancamiento, tuvo un renacer en la cita concluida el pasado 30 de abril en la ciudad mexicana de Mérida.
Consideró que tras la adopción de proyectos concretos destinados a cooperar en sectores estratégicos para el desarrollo de la región, la AEC entró en una nueva etapa de funcionamiento que calló a quienes en su momento cuestionaron la razón de ser de esa agrupación.
Comparó los intereses y la labor de la AEC con otras asociaciones integracionistas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), constituida en diciembre de 2011 por el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez.
Fue Chávez quien nos hizo tomar conciencia de que los latinoamericanos, somos también caribeños, expresó el embajador.
No obstante, de acuerdo con el diplomático y periodista de profesión -cuya formación aclara con mucho orgullo- todas las organizaciones integracionistas no compiten entre sí sino que se compenetran y forman parte de un todo con un objetivo común: la colaboración y el desarrollo tomando como base los intereses y características comunes de las diversas naciones sin dejar de respetar las particularidades.
La preparación para los desastres naturales fue uno de los principales logros alcanzados en ese encuentro según Rose.
En tal sentido, resaltó las declaraciones del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien llamó a integrar una plataforma de información territorial del Caribe como herramienta tecnológica para la gestión de riesgo y protección civil.
Para Rose aún quedan muchas cosas por hacer pero es visible que el movimiento de integración en la zona se mantiene con ímpetu elaborando nuevas estrategias de cooperación.
Y al decir de esos vientos que soplan hoy en el área, destacó el papel de la Comunidad del Caribe, resuelta a trabajar de manera coordinada, en aras del desarrollo y el bienestar de sus sociedades.