Washington, 4 de septiembre de 2014.- La XVIII Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Dialogo Interamericano abrió ayer en Washington DC con la participación del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el Presidente de la CAF, Enrique García; el Presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter.
Al abrir la primera sesión, el Secretario General Insulza resaltó que la asociación creada para realizar la conferencia anual “ha creado un lugar en donde entablar un diálogo, un lugar donde reunirnos a presentar ideas interesantes e intercambiar perspectivas y análisis sobre los principales temas de la región”. Insulza agregó que el evento “es la mejor manera de marcar el inicio del año para muchos” y resaltó el nivel de debate y de asistentes que ha caracterizado al encuentro desde su creación.
El líder de la institución hemisférica dijo que, desde su perspectiva, las relaciones interamericanas son hoy más relevantes que nunca. “No creo que debamos dividir al hemisferio en diferentes perspectivas o regiones o zonas sociales o ideológicas”, afirmó e insistió en la importancia de trabajar de manera conjunta, de generar consensos y de establecer un intercambio significativo entre países. “Este es un espacio significativo donde analizamos cómo trabajar de manera conjunta en temas como los que abordaremos aquí”, apuntó, al tiempo que expresó su deseo de continuar participando en la Conferencia regional una vez que en 2015 cumpla su segundo mandato al frente de la OEA y consecuentemente deje su cargo.
Por su parte, el Presidente de la CAF, Enrique García hizo un recuento de la historia y crecimiento de la conferencia anual que reúne a expertos, políticos, analistas y líderes del hemisferio, enfatizando que la Conferencia proporciona un foro de debate para analizar los temas más importantes de la agenda interamericana. “Este año tenemos un programa sumamente interesante que se refiere a temas actuales mundiales, a los retos de la región, las elecciones, la economía, la integración hemisférica y regional, y el rol de las mujeres en el desarrollo, entre otros”, explicó.
El Presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, dio la bienvenida a la Conferencia resaltando el alto nivel de participación y aludió a la manera como la Conferencia ha ido creciendo a lo largo de los últimos años, en concordancia con su compromiso económico y social para con América Latina y el Caribe. “Esta reunión ha generado cada vez más entusiasmo con el pasar de los años, ha adquirido un interés especial entre nosotros y nos ha servido para entender que la región sólo puede ser interpretada dentro de un contexto mundial”, afirmó, y recordó que los paneles de los dos días de debates buscan “brindar la oportunidad de escuchar diferentes voces y perspectivas, y de analizar en profundidad la dirección para dónde va esta región”.
Orador Principal: Felipe Calderón
El orador principal del día fue el ex Presidente de México Felipe Calderón, quien realizó un análisis general del crecimiento económico de las Américas en la última década, para luego centrar su intervención en la experiencia de su mandato. Sobre las causas y retos del crecimiento regional, aseguró que la llamada “década de América Latina” estuvo marcada por la globalización y la expansión económica mundial, y que en dicho contexto las economías de la región se vieron beneficiadas por el rol de China como un importante comprador de productos básicos provenientes de América Latina y el Caribe.
Al analizar las tendencias económicas de la región, Calderón abogó por impulsar mercados menos dependientes de la exportación de materias primas y con mayor énfasis en valores agregados. Anotó igualmente la importancia de enfocarse en la competitividad, que está ligada a las economías abiertas y sin restricciones. “La falta de apertura y la excesiva dependencia de productos básicos de exportación debe hacer que seamos prudentes al afirmar que se trató de la década de América Latina”, afirmó.
El ex presidente mexicano señaló algunas de las medidas económicas y sociales que fueron tomadas durante su administración, entre 2006 y 2012, entre ellas varios acuerdos de libre comercio; programas de apoyo a la pequeña y mediana empresa; la reducción de tarifas de importación y de otras barreras regulatorias; la cobertura universal de salud; y el desarrollo de las estructuras viales, que sirvieron para que el país logrará un crecimiento significativo en medio de una de las peores crisis a nivel mundial.
En relación a los retos que tiene la región, Calderón destacó que la democracia y el estado de derecho son cruciales para el desarrollo, entre otros motivos, por la estrecha correlación existente entre la institucionalidad que trae consigo un estado de derecho fuerte y arraigado y el crecimiento económico de un país. “Para los países en desarrollo es esencial transformar el marco institucional para que se pueda aplicar la ley, para eliminar la incertidumbre, que es el factor más importante para el crecimiento económico y la creación que empleo”, dijo.
Insistió igualmente en la necesidad de promover la formación humana, de invertir en infraestructura y de aplicar el compromiso con el desarrollo sostenible. Además, comentó también los retos de la violencia, el combate a la delincuencia, la defensa de los derechos humanos y el trabajo por disminuir la tasa de homicidios en la región. “América Latina está librando una batalla entre el pasado y el futuro, un pasado que incluye el proteccionismo, el autoritarismo, y el nacionalismo, el cual está fracasando”, afirmó.
Primer panel: "Cuba en la encrucijada: ¿qué esperar?"
Tras la inauguración, el primer panel de la Conferencia reunió a un grupo de expertos para debatir sobre Cuba y las expectativas en torno a su futuro bajo la pregunta: “Cuba en la encrucijada: ¿qué esperar?”. El profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, Juan Triana, indicó que los cambios en la economía cubana comenzaron hace dos años y medio, cuando el presidente, Raúl Castro, planteó “reformas a la economía como nunca antes”. Sin embargo, Triana afirmó que “al revisar los números de la economía cubana vemos que no está creciendo”, por lo que si bien “se han tomado muchas medidas, aun no son suficientes”.
El economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Augusto de la Torre, sostuvo que “la distorsión monetaria “es el elefante en la sala, y constituye un problema enorme en Cuba”, porque “tiene grandes complicaciones a nivel técnico y también tiene enormes repercusiones a nivel político”. De la Torre afirmó que es central cambiar “el doble sistema cambiario, que consiste en un sistema de subsidios y transferencias”, y agregó que para salir de esa situación se requiere una reforma fiscal, la cual debería efectuarse de manera gradual.
En tanto, Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California en San Diego, indicó que la economía cubana ha cambiado sustancialmente en los últimos diez años, y a modo de ejemplo dijo que ya hay medio millón de personas que trabajan en el sector privado. Feinberg señaló que la burocracia estatal, particularmente en el sector militar, frena los cambios para expandir la participación del sector privado en la economía.
Por su parte, el presidente de la empresa de recursos humanos Grupo Regis HR, Carlos Saladrigas, se refirió a las medidas adoptadas por la administración del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para flexibilizar la política de Washington hacia Cuba. Saladrigas calificó de “positivos” los cambios aplicados por la Administración Obama, tanto los referidos a permitir los viajes desde Estados Unidos al país caribeño como el referido al envío de remesas.
La Directora del Programa de las Américas del Centro Carter, Jennifer McCoy, puso énfasis en el debate sobre la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas de 2015, que tendrá lugar en Panamá. McCoy señaló que hay una división en la región sobre este tema, con Estados Unidos y Canadá por un lado -que se oponen a la inclusión- y el resto de la región, que apoya la presencia de La Habana en la Cumbre. McCoy vaticinó que, en su opinión, Cuba terminará participando en la próxima Cumbre de las Américas.