Sao Paulo, 26 de febrero (EFE).- El comercio entre los países del MERCOSUR mediante las divisas nacionales, sin el uso del dólar, es la alternativa sugerida por una parte del sector privado que actúa en Brasil para reducir el impacto en la macroeconomía regional de la devaluación en Argentina y la situación cambiaria en Venezuela.
"Nuestra propuesta es estimular el comercio en monedas locales, mediante los bancos centrales", dijo a Efe Alberto Alzueta, presidente de la Cámara de Comercio Brasil-Argentina.
Según Alzueta, "el exportador brasileño vende en reales y el comprador argentino paga en pesos. Automáticamente aumentará el comercio y se reducirá la demanda de dólares".
De la misma opinión es José Francisco Marcondes, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Brasil-Venezuela, quien aseguró: "Es absolutamente positivo y adecuado que se pueda hacer este tipo de comercio que nos desvincula del dólar, moneda que no controlamos en su emisión y en su inflación".
La recomendación de los dirigentes de las cámaras exportadoras para el sector del comercio exterior ocurre tras los pronósticos negativos para los exportadores brasileños que calculan, según el diario Valor Económico de Sao Paulo, que sus ventas a Argentina y Venezuela se reducirán en un monto de 4.000 millones de dólares.
Alzueta señaló que el comercio en monedas locales representa desde hace por lo menos cinco años menos del 5 % entre Brasil y Argentina, principales socios del MERCOSUR, bloque que también integran Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Para el empresario, el uso de pesos y reales en el comercio bilateral, con los bancos centrales usados como cámaras de compensación, hará retroceder al Gobierno argentino en el control aduanero que, según su opinión, beneficia a las importaciones chinas.
Las previsiones sobre el derrumbe de las exportaciones de Brasil hacia Argentina está basada en la retracción del comercio, un mercado interno más recesivo, señaló Alzueta, quien pronosticó que el sector automovilístico brasileño será el más perjudicado por la devaluación del 22 % del peso.
La devaluación no afecta apenas al peso, según el presidente de la cámara bilateral con sede en Sao Paulo.
"En Brasil en dos años el real subió de 1,50 a 2,40 dólares. Nuestras monedas se deterioraron porque hay inflación, Estados Unidos no necesita emitir más moneda y ahora atrae capitales", sostuvo.
El banco privado Bradesco calcula que se perderán 3.900 millones de dólares de las ventas de Brasil a su tercer socio comercial detrás de China y Estados Unidos.
El caso de Venezuela, país que atraviesa una crisis política, tuvo su primera repercusión en enero.
Según el dirigente empresarial Marcondes, en enero hubo una caída del 14,9 % de las exportaciones brasileñas a Venezuela, en comparación con el primer mes de 2013, pero el dato más importante de la estadística es que creció 142,5 % la exportación venezolana hacia Brasil.
"Esto señala una tendencia de reducción del superávit brasileño que servirá de empuje para el posterior crecimiento de nuestras exportaciones", dijo Marcondes a Efe, después de un 2013 que fue el quinto mejor año de la historia del comercio Brasil-Venezuela para la industria brasileña.
Marcondes defiende la expansión del MERCOSUR, bloque al que se adhirió el año pasado Venezuela, para vecinos como Bolivia, Suriname y Ecuador, por tratarse de "la única posibilidad del continente sudamericano de ser incluido en la globalización mundial" y un camino "para la inserción de Brasil en los negocios mundiales".
Sobre la visita a Bruselas para discutir un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europa de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tanto Marcondes como Alzueta valoraron los beneficios de un acuerdo.
En el caso de Marcondes, "un acuerdo con la Unión Europa significa que ambas partes ofrezcan condiciones que sean adecuadas a nuestras necesidades".
Alzueta, por su parte, consideró que los Gobiernos de Buenos Aires, Brasilia, Caracas, Montevideo y Asunción deben apostar al libre comercio con la UE.
"Debemos tener cuidado con la cuestión agrícola, un área fuerte para nosotros, pero sin temores. O hacemos este acuerdo o seremos periféricos para siempre", puntualizó.