Quito, 5 de junio de 2014 (PL).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, resaltó la necesidad de adoptar una nueva arquitectura financiera en América Latina para ganar en independencia y dejar de financiar al primer mundo.
De acuerdo con el mandatario, el principal obstáculo para llevar a cabo ese proyecto es que se necesita mucha coordinación, "lo cual en política internacional son palabras mayores", señaló.
En este sentido, indicó que en algunos países de la región ha faltado voluntad política para llevar adelante la propuesta, en otros ha habido incomprensiones, y a eso se suma la influencia externa contraria que afecta al proceso de integración.
Durante un conversatorio con la prensa extranjera, el mandatario puso el ejemplo de la moneda regional, que podría entrar en funcionamiento en apenas un año si se lograra la coordinación.
"Es que la nueva arquitectura financiera es obvia desde el punto de vista técnico, no es posible que América Latina mande centenas de millones de sus reservas al primer mundo cuando podemos tener un fondo de reservas del sur", afirmó.
Correa precisó que con ese fondo se podría financiar el área y además optimizar el uso de las reservas, para lo cual también sería necesario terminar de implementar el Banco del Sur y la moneda regional SUCRE.
En el diálogo realizado en el Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, el presidente también se refirió al tema del oro ecuatoriano, y explicó que este recurso se puso a trabajar pues de nada vale tenerlo inactivo.
"Para qué sirve un activo si no lo ponemos a trabajar, uno puede tener la mayor cantidad de riquezas pero si no las pone a funcionar, no sirven", argumentó.
Según el mandatario especialista en temas económicos, el oro más bien le estaba generando pérdidas a Ecuador pues había que pagarle al banco suizo donde estaba guardado, así que se tomó la decisión de ponerlo a trabajar y "no es la primera vez", aclaró.