Sídney, Australia, 17 de julio de 2014 (EFE).- Los problemas en infraestructuras que afronta Latinoamérica y el Caribe afectan la capacidad tanto de sus empresas como de los países de esta región de participar en las cadenas de valor mundial (GVCs en inglés), según un informe de la OCDE, OMC y BM divulgado hoy.
"La calidad de la infraestructura física de las carreteras, puertos, aeropuertos y la eficiencia de los procedimientos que se dan en las operaciones en estas instalaciones afectan la habilidad de las firmas y los países de participar en las GVCs", según el documento.
El estudio, elaborado para la reunión de ministros de Comercio del Grupo de los 20 (G20) que se celebra el sábado en Sídney, enfatiza que "en un mundo en el que la entrega a tiempo es la norma, que el tránsito es rápido y el almacenamiento es caro, el tiempo realmente es dinero".
El análisis resalta que las cadenas de valor mundial tienen cada vez más importancia en el comercio y, si los países del G20 fuesen capaces de mejorarlas a la mitad de manera simultánea, el producto interior bruto internacional crecería en 2,5 billones de dólares.
Los países en desarrollo afrontan limitaciones de recursos y capacidad para proveer infraestructura en transporte y energía de calidad a toda la economía, especialmente para las actividades manufactureras y extractivas.
El informe sugiere a los gobiernos que busquen mayor inversión directa en los proyectos de infraestructura, a pesar de que sean efectuados por el sector privado, para que las empresas nacionales no queden excluidas de los beneficios sociales vinculados en la participación de las cadenas de valor mundial.
El informe también llama la atención al hecho de que "más del 30 % de los países de África y del Sudeste Asiático, y cerca del 25 % de Centroamérica y el Caribe, ejecutan menos del 80 % de su presupuestado gasto de capital".
En el caso de Latinoamérica, el documento se centra en la experiencia de las concesiones en el sector transporte, en donde se han dado numerosas y costosas renegociaciones.
Estos modelos de concesiones para desarrollar aeropuertos, carreteras, vías ferroviarias, puertos y terminales se implementaron a partir de finales de la década de 1980 en Argentina, Chile y México, y posteriormente en Brasil, Colombia y Perú.
Pero "en la década de 1990, cerca del 50 % de las concesiones de transporte fueron renegociados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. En Chile el promedio de la renegociación fue de cuatro veces entre 1993 y 1997. Casi un cuarto de las inversiones en las concesiones provinieron de las renegociaciones".
Además, el 40 % de las concesiones en Latinoamérica han sido renegociados.
Un total de "50 de cada 60 concesiones de carreteras en Chile, Colombia y Perú fueron renegociadas hasta 2010", agregó el documento, que subraya que el coste fiscal adicional asciende al 50 % del valor inicial de los contratos.
Para los organismos responsables del estudio, las cadenas de valor mundial son esenciales para los países desarrollados porque no suponen "un eslabón, sino una escalera", ya que las economías en desarrollo con un mayor crecimiento de participación en las GVCs tienen un crecimiento del PIB per cápita de un 2 % por encima de la media.