Washington, 21 de mayo de 2014.- Expertos en política y economía de la región destacaron la importancia de contar con políticas de inclusión social para afrontar con éxito los próximos años en que Latinoamérica aminorará su crecimiento económico, durante la 58ª Mesa Redonda de Políticas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que tuvo lugar en la sede del organismo en Washington, DC bajo el título “¿El final de la aventura? Implicaciones políticas del crecimiento económico en América Latina y el Caribe, 2014-2019”.
El Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, realizó la presentación principal del tema y recordó que América Latina crecerá en los próximos años a un ritmo menor al experimentado en la última década. Ello se debe, explicó en parte por el menor crecimiento de China e India, que tendrá un impacto en el precio de las materias primas, y por otro lado, por el mejor desempeño de la economía de Estados Unidos que permite augurar las tasas de interés de largo plazo subirán, lo que encarecerá las condiciones de financiamiento de las economías de la región.
“Para América Latina se espera que en los próximos cinco años la región crezca a un ritmo promedio de 3,2 por ciento, que comparado con el 4,3 por ciento de los ocho años previos se traduce en una reducción importante en el crecimiento de la región”, díjo el economista mexicano.
El Director Werner indicó que la región debe apostar a políticas de inclusión social y de mejora en el área educativa para seguir creciendo. “Respecto al desempleo, casi todas las economías de América Latina están operando cerca de la capacidad máxima. Esto quiere decir, por ejemplo, que si no incrementamos el rol de la mujer en el espacio laboral, no hay espacio para crecer”, afirmó. Asimismo, señaló que las economías de la región enfrentan retos comunes, y el principal de ellos es la educación. “Si vemos los indicadores en las pruebas PISA, que son estándares comunes en comprensión de lectura y matemáticas, entre otros, vemos que todos los países de la región se encuentran en el menor desempeño”, advirtió.
Al concluir su exposición, el funcionario del FMI señaló que el escenario para América Latina será un reto político importante para mantener el actual contexto de salud financiera y fiscal. “Vamos a tener una situación menos favorable, y sobre todo con mayores demandas sociales de parte de una población que está alcanzando ciertos niveles –una clase media creciente, una población que está saliendo de la pobreza- y que demanda mantener estos niveles de vida, y también demanda cada vez más una mejor calidad de servicios públicos y un sistema político mas representativo”.
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien pronunció las palabras de bienvenida del evento, destacó los puntos en común entre el tema de la Mesa Redonda, y el tema central de la próxima Asamblea General de la OEA, “Desarrollo con inclusión social”, que tendrá lugar en Asunción, Paraguay, entre el 3 y el 5 de junio.
El líder de la OEA recordó que en la primera década del siglo XXI, América Latina experimentó un significativo crecimiento económico, lo cual permitió disminuir la pobreza en la región, y marginalmente, la desigualdad. Ese crecimiento, según el Secretario General, creó “un cierto optimismo”. Pero según los pronósticos de hoy, advirtió, “el crecimiento va a ser más difícil y más complejo”.
“El problema es que se han creado muchas expectativas, pero la disminución de la pobreza no ha significado necesariamente una distribución del ingreso más adecuada” dijo el Secretario General Insulza, quien agregó que la desigualdad no solamente se manifiesta en los ingresos, sino también “en el acceso a los servicios públicos, desigualdad en la calidad de los servicios públicos, en la seguridad pública, en los problemas de discriminación respecto a poblaciones indígenas, afroamericanas, y los hogares monoparentales encabezados por una mujer”, entre otros. “La realidad política-social es que hay una cantidad importante de demanda, y la gente quiere aquello que se les prometió en los períodos de bonanza”, sostuvo el máximo representante de la Organización.
Después de la presentación del Director Werner, se celebró un panel moderado por el Secretario de Asuntos Políticos de la OEA, Kevin Casas-Zamora, que incluyó a Inés Bustillo, Directora de la Oficina en Washington, DC de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL); y a Harold Trinkunas, Senior Fellow y Director de la Iniciativa de Latinoamérica del Brookings Institution.
La Directora Bustillo resumió el estado actual de las economías de la región, las restricciones al crecimiento, y las posibles respuestas al contexto actual. En cuanto a la situación actual, afirmó que las perspectivas de crecimiento para Latinoamérica son menores de lo que han sido, tanto que “va a ser la región en desarrollo que va a crecer menos”. Eso afectará la generación de empleos, señaló Bustillo, que agregó que ello pone en riesgo alguno de los avances que se han logrado en cuanto a la reducción de pobreza y de la desigualdad. Respecto a las restricciones al crecimiento, la funcionaria de la CEPAL señaló que “no hemos avanzado hacia economías más basadas en progreso técnico y el conocimiento”, por lo que gran parte del futuro dependerá de cómo la región responde a las transformaciones económicos del futuro.
En su conclusión, Bustillo enfatizó que la respuesta a muchos de los desafíos económicos de la región está en “progresar en los canales de la integración productiva.” Políticamente, indicó, “para avanzar en la agenda del desarrollo con igualdad, la clave está en la política pública y en tratar de lograr consensos” entre la población.
Por su parte, el Director Trinkunas señaló que las diferentes capacidades de los países para responder a una desaceleración económica “va a cambiar la dinámica diplomática “en algunos bloques regionales, “en formas que todavía no podemos predecir”. En general, auguró que eso cambiará “el mapa diplomático” de la región.
Asimismo, Trinkunas destacó que en vistas de la previsible deceleración económica, “existe la necesidad de proteger los avances que hemos hecho en la reducción de la pobreza y la desigualdad, al mismo tiempo que algunas clases medias emergentes están sintiendo más angustia por sus perspectivas económicas a futuro, y están haciendo nuevas demandas de sus gobiernos para tener servicios de educación, seguridad e infraestructura”. Esto, dijo Trinkunas, crea un desafío fuerte para los gobiernos de la región, porque se enfrentan a mayores demandas con menos recursos.
Antes de la Mesa Redonda, el Secretario General Insulza se reunió con el Director Werner, la Directora Bustillo y el Director Trinkunas. El Secretario de Asuntos Políticos de la OEA, Kevin Casas-Zamora y el Secretario de Relaciones Externas de la OEA, Alfonso Quiñonez participaron en la reunión.