Caracas, 2 de diciembre de 2014.- El presidente de PETROCARIBE, Bernardo Álvarez, desmintió que Venezuela “regalé” el petróleo a los países que conforman el mecanismo.
“No se regala. 50 % de la factura se paga en 90 días y el otro 50 % representa la factura a largo plazo en unas condiciones financieras muy favorables que Venezuela asume como parte del proceso de integración. El porcentaje de morosidad de la deuda a largo plazo es a la fecha de 0,60%”, detalló.
El presidente de PETROCARIBE indicó que la mayoría de los países cancela puntualmente sus compromisos y algunos se han sumado a la figura de la compensación para cancelar, mayormente, la deuda a largo plazo. De una factura de $28.272 millones el financiamiento a largo plazo es de $14.489 millones, es decir 51 % en nueve años.
“Los países pueden mandar alimentos, medicinas, productos que puedan hacer falta en Venezuela”, refirió.
De acuerdo con las cifras oficiales “se han compensado $3.037 millones despachando un total de 2,65 millones de toneladas de productos, 96% corresponde a alimentos”.
Destacó que “el tema PETROCARIBE, muy criticado por mucha gente, ha sido reconocido internacionalmente porque jugó un papel determinante en la estabilidad económica y social y por ende política de los países miembros”.
Además, indicó, sin dar una cifra exacta, que el intercambio de crudo “representa una fracción muy pequeña de la producción petrolera venezolana”.
Álvarez, quien también se desempeña como secretario ejecutivo de la Alianza para los Pueblos de América (ALBA), dijo que durante la venidera cumbre presidencial de este mecanismo de integración a realizarse en La Habana, Cuba, para celebrar los 10 años de la firma del acuerdo entre los presidente Hugo Chávez y Fidel Castro, “se va hacer el relanzamiento de todo el aspecto económico de desarrollo”.
“Ya se está comenzando hablar de ALBA-PETROCARIBE”, por lo que los mandatarios, dijo, aprovecharán su reunión para “dar un gran salto o empujar mucho más la idea de lo que hemos llamado la Zona Económica ALBA-PETROCARIBE”.
Álvarez explicó que se trata de crear un espacio común. “El interés se centra en dar un salto a lo económico, y cuando digo económico, me refiero a la complementación, los proyectos conjuntos”.
Indicó que la Alianza entre ambos mecanismos supondrá la participación de 21 países y aseguró que la puesta en marcha de la Zona Económica, el Banco del ALBA y el Sucre “jurarán un papel con más impacto”.
Aunque destacó que la institución financiera “está en una posición bastante positiva y buena”, no descarta que se comience a estudiar la posibilidad de “repotenciarlo”.
“Está bien económicamente y hay planes de incrementar su capacidad crediticia y de convertirse en un gran banco del desarrollo y de formulación de proyectos”, adelantó.
Según las cifras que maneja, ALBA-PETROCARIBE “ha financiado casi $10.500 millones en programas sociales y PETROCARIBE ha compensado $4 mil millones. Hay que buscar que esa factura petrolera vaya generando la posibilidad de intercambio entre los países”.
Dijo que la figura de la compensación permite que se abran nuevos espacios de comercio entre los países.
En cuanto al Sucre, explicó que “está funcionando, hay un Consejo Monetario. Lo está usando mucho Ecuador, Nicaragua y Cuba”. No informó el monto de las transacciones.
Álvarez recordó que hay una decisión del Gobierno venezolano de presentar al Mercado Común del Sur para ir hacia una zona ALBA-PETROCARIBE-MERCOSUR.
En la cita también evaluarán las solicitudes de ingreso al ALBA de las islas del Caribe, San Cristóbal y Nieves y Granada.
El ALBA
La Alianza Bolivariana celebra 10 años de su fundación “como una alternativa a lo que se presentaba como algo indefectible ya, que era la creación del Área de Libre Comercio para las Américas (Alca)... Desde el principio el planteamiento fue: Ese no es el camino conveniente, hay que buscar una alternativa que dé otra respuesta a los problemas del desarrollo”, recuerda su secretario ejecutivo.
Inclusión social
Tras una retrospectiva de lo que ha sido está década, Álvarez asegura que “indudablemente, en términos de inclusión social, en términos de la soberanía política, de buscar un mundo pluripolar, el ALBA ha jugado un papel”. Afirmó que la Alianza “ha sido un gran motor” en la nueva era de los procesos de integración de América Latina.
“Hoy en día hay un reconocimiento al ALBA internacionalmente. Todos los sistemas Latinoamericanos de integración han puesto en ella la coordinación de los asuntos sociales... Y en lo político, el reconocimiento que es una fuerza política que tiene principios y muchas fortalezas en sus planteamientos”, aseveró.
Destacó que estos primeros 10 años “no han sido sencillo, ha tenido detractores”, pero señaló que la ALBA “ha contribuido no solo a la idea de haber sido un acto de rebeldía política, sino también de apostar que era posible otro camino. No hay duda de que se revirtió el tema de la exclusión y la marginalidad y se generó una nueva visión política”.
El embajador sustenta su afirmación en algunos logros de esta década, entre ellos, el incremento del Producto Interno Bruto de los nueve países que la conforman en 23,9% respecto a 2005.