París, 11 de abril (PL).- La visita a Cuba del canciller francés, Laurent Fabius, será la primera de un funcionario galo de ese nivel al país caribeño en los últimos 30 años y muestra la voluntad común de relanzar las relaciones bilaterales.
Fabius arribará a La Habana el sábado, invitado por su homólogo, Bruno Rodríguez, y estará acompañado por representantes de un grupo de empresas.
"Francia desea establecer con Cuba una relación constructiva en todos los dominios", dijo a Prensa Latina el vocero de la cancillería Romain Nadal.
El gobierno galo, que asumió el poder en 2012, ha planteado entre sus prioridades de política exterior incrementar los nexos con el conjunto de los países de América Latina.
"Nosotros consideramos que Cuba tiene una influencia en la arena regional y es un país importante con el que debemos reforzar los vínculos", declaró a esta agencia una fuente diplomática que pidió el anonimato.
Como ejemplo de esa influencia citó la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que -dijo- ha sido considerada unánimemente como un gran éxito y en la cual participaron la casi totalidad de los jefes de Estado o de Gobierno.
Otro aspecto importante, señaló, es el rol jugado por Cuba en el diálogo para la paz en Colombia.
La visita tiene lugar en el contexto del proceso hacia la normalización de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y la nación caribeña y tras la decisión adoptada el 10 de febrero último en el Consejo de Ministros de Exteriores del bloque para abrir la negociación de un acuerdo de diálogo político y cooperación.
Francia ha jugado un rol constructivo en ese aspecto y en 2008 decidió eliminar las sanciones impuestas contra La Habana por la llamada Posición Común, una política injerencista adoptada en época del presidente del gobierno español, José María Aznar.
En la actualidad las relaciones bilaterales se encuentran en un buen momento, como lo muestra la visita de Fabius, afirmó el embajador cubano en París, Héctor Igarza, y agregó que ese viaje debe significar un relanzamiento de los nexos en todos los sectores.
Tenemos interés en elevar las inversiones extranjeras, entre ellas en el puerto de El Mariel, y en seguir incentivando el turismo, dijo Igarza.
Recordó que el año pasado alrededor de 96 mil 600 franceses visitaron la mayor de las Antillas y en el primer trimestre de 2014 ha habido un ligero incremento y se espera mantener esta tendencia.
Con este propósito, la próxima Feria Internacional de Turismo de Cuba, que se efectuará en mayo, tendrá a Francia como invitado de honor.
En la actualidad el país galo se encuentra en la posición número 10 entre los principales socios comerciales de Cuba a nivel mundial y en Europa ocupa el cuarto lugar.
Unas 60 firmas francesas están activas en la mayor de las Antillas, ya sea a través de asociaciones con entidades locales, mediante oficinas de representación, sucursales o sociedades.
Durante su permanencia en la capital cubana, Fabius inaugurará una oficina de Ubifrance, un establecimiento público destinado a apoyar el desarrollo internacional de las firmas galas.
Diplomáticos franceses consideran como una señal positiva y favorable la nueva ley de inversión extranjera aprobada por el Parlamento cubano el pasado 29 de marzo, la cual ofrece ventajas fiscales y otras facilidades a los empresarios.
Además de la económica y comercial, entre los dos países existe cooperación en materia de combate al narcotráfico y lucha contra el cambio climático.
Hay también convenios en las esferas cultural, científica y técnica, entre ellas en la enseñanza y difusión de la lengua francesa y los festivales anuales del cine galo, así como en los sectores de la biotecnología, agronomía, medicina e ingeniería.
Recientemente, la empresa gala Abivax y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba anunciaron un acuerdo de asociación para el desarrollo y la comercialización de vacunas, entre ellas una contra la hepatitis B.
Las relaciones diplomáticas entre los dos países fueron establecidas en 1902, hace 112 años, pero los nexos históricos y culturales datan de mucho antes, cuando durante la Revolución Haitiana (1791-1804) muchos colonos franceses con sus esclavos se asentaron en varios puntos de la geografía cubana.
Huellas de esa presencia están en Cienfuegos, Santiago de Cuba y otras ciudades y el paisaje arqueológico de los cafetales franco-haitianos en el oriente y la Tumba francesa fueron declarados como Patrimonio por la Unesco.
Además, numerosos intelectuales de la nación caribeña vivieron o estuvieron de paso aquí, como Wilfredo Lam, René Portocarrero, Alejo Carpentier, y un mulato cubano, Severiano de Heredia, fue alcalde de París y ministro de Obras Públicas.
José Martí, el prócer de la independencia de Cuba, estuvo dos veces en Francia y el impacto de la vida cultural y política de este país dejó huellas imperecederas en su obra.