Georgetown, 2 de junio de 2014 (EFE).- Las pequeñas y medianas economías caribeñas cerraron 2013 con un crecimiento conjunto medio del 1,5 %, tres décimas más que un año antes, lo que supone el mayor avance desde que se desató la crisis en la región hacia 2007, según el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB, por su sigla en inglés).
Así se refleja en el informe anual del CDB presentado durante la 44 Reunión Anual de la Junta de Gobierno de esa entidad con sede en Barbados, que concluyó el pasado viernes 30 de mayo en Guyana.
Al presentar estos datos, el presidente del CDB, Warren Smith, destacó que el crecimiento fue posible gracias al aumento de la inversión directa extranjera, lo que se tradujo en más actividad del sector de la construcción.
Además, se debió en gran medida a una recuperación generalizada del turismo en la región, con avances sobre todo en las visitas procedentes de Europa, al tiempo que se contuvo el encarecimiento de las materias primas, lo que ayudó a controlar la inflación.
El CDB es la principal institución financiera encargada de promover la cooperación e integración regional a través de la financiación proyectos de desarrollo económico, social e institucional en el área del Caribe.
Está integrado de pleno derecho por Anguila, Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Surinam, Bahamas, Trinidad y Tobago y Turcas y Caicos.
En su discurso de cierre, y según detalló la organización en un comunicado, el responsable electo de la Junta de Directores y primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Dencil Douglas, instó hoy al banco a "reforzar su papel como catalizador del cambio en el Caribe y de la adaptación a la evolución del conjunto del mundo".
"El desempeño del banco es fundamental en las principales cuestiones relacionadas con la competitividad, la energía renovable y los altos costos de la electricidad, las crecientes amenazas que plantea el cambio climático, el logro de un crecimiento sostenible y detener el alto desempleo", dijo.
Según los datos del informe anual, los países que cerraron 2013 con "modestos" avances, de entre el 1 y el 3 %, fueron Antigua y Barbuda, Bahamas, Islas Caimán, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Turcas y Caicos.
"Sin embargo, la actividad económica fue lenta, plana o languideciente en el resto de países miembros", apuntó Smith, que llamó la atención sobre el "insignificante" crecimiento de Jamaica y Dominica y el retroceso en Montserrat y Barbados, cuya economía lleva estancada desde 2008.
El año pasado también fue el sexto consecutivo de contracción en Anguila y el segundo en Islas Vírgenes Británicas. Santa Lucía lleva en recesión desde 2009.
Smith destacó que hubo una importante inversión pública en infraestructuras críticas, como carreteras en Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Jamaica y Turcas y Caicos, un nuevo aeropuerto en San Vicente y las Granadinas y expansiones de aeropuertos en Antigua y Barbuda y Turcas y Caicos.
En Haití, y "a pesar de los problemas actuales de la infrautilización de los proyectos de inversión pública", afirmó que "la actividad de construcción, incluyendo los esfuerzos de reconstrucción tras el terremoto, siguen siendo un importante motor de crecimiento".
Según el citado informe, la economía retrocedió durante el año pasado en Anguila, Barbados, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat y Santa Lucía.
"En estos países miembros, la disminución de la inversión extranjera directa para proyectos relacionados con el turismo, la menor demanda interna y las restricciones fiscales a la inversión de capital del Gobierno tuvieron un efecto de contención sobre la actividad de la construcción", explica.