Montevideo, 25 de agosto de 2014.- El gobierno Mexicano tiene firme interés en cerrar los capítulos pendientes del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado hace 10 años con Uruguay. Si bien el comercio entre ambos países va creciendo y al cierre de 2012 se había llegado a los US$ 600 millones anuales, todavía tiene mucho para crecer, principalmente en lo que son los rubros agropecuarios.
En ese sentido, la meta de Uruguay es lograr la habilitación de carne ovina con hueso -ya se están colocando cortes desosados, madurados y envasados al vacío-, pero también está pendiente la colocación de leche en polvo; México es hoy un fuerte mercado para los quesos.
El embajador mexicano Felipe Enríquez Hernández dijo a El País ser optimista en que se pueda cerrar los capítulos pendientes del TLC. "Una de las metas más importantes de esta Embajada es que podamos cerrarlos este año. La idea es decir, cerramos la primera parte de la negociación, está el TLC funcionando al cien por ciento y que eso nos permita comenzar a potencializar las nuevas oportunidades que tenemos como países", dijo el diplomático a El País.
En 10 años el comercio entre Uruguay y México prácticamente se triplicó. "Si lo vemos porcentualmente, el crecimiento es un aliciente para que sigamos trabajando, pero si analizamos los números todavía son bajos. Entonces, tenemos dos opciones, seguir con la inercia de decir estamos bien o intentar que nos vaya mejor. Esto último es lo que tenemos que hacer", dijo tajante Enríquez Hernández.
Carne ovina
Abrir México para la carne ovina le llevó a Uruguay varios años de negociación, hoy se están colocando algunos pocos contenedores con piernas y otros cortes de alto valor en los supermercados aztecas, pero los volúmenes son pequeños. Ahora, el desafío es poder entrar con esos cortes, pero sin desosar, lo que reduce los costos y permite valorar más el producto.
Para eso, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, junto al Secretariado Uruguayo de la Lana, tiene en marcha el "compartimento ovino", una figura avalada por el código sanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). A través de esta herramienta se intentará demostrar científicamente que la carne procedente de los ovinos del compartimento, no representan riesgo de transmisión de fiebre aftosa. México, al igual que la Unión Europea y Estados Unidos, son algunos de los mercados a los que Uruguay aspirar exportar cortes con hueso.
"La política sanitaria que está instrumentando Uruguay es de vanguardia. En México hemos tenido problemas en el pasado (con la fiebre aftosa) y es un tema muy sensible por los riesgos potenciales que pudiera tener", reconoció el embajador azteca en Uruguay.
El diplomático aseguró a El País que en el corto plazo planteará formalmente visitar el compartimento ovino para interiorizarse sobre su funcionamiento y, a partir de ahí, "pedir que un grupo de funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) pueda estar en Uruguay revisándolo y viendo que brinde la tranquilidad que con esa herramienta innovadora se puede llegar a un acuerdo".
Felipe Enríquez Hernández no dejó de reconocer que como todo tema nuevo, es difícil, pero se mostró confiado en poder llegar a un avance, a partir de un punto de encuentro.
Un capítulo aparte y tan importante para Uruguay como la carne ovina con hueso, es la colocación de leche en polvo. En ese sentido, el embajador mexicano en Uruguay reconoció que "es difícil que la exportación de leche en polvo se pueda vender en anaquel, como se nos ha planteado, pero estamos buscando cómo seguir. El espíritu es que sigamos avanzando y que ese comercio sea equitativo. Si seguimos por ahí, buscaremos encontrar mejores caminos", explicó.
En el marco del TLC, los mexicanos tienen pendiente en el capítulo financiero algunas compras gubernamentales que son sensibles para su país. También hay un fuerte interés en instrumentar mecanismos que permitan colocar vehículos nuevos y auto partes, beneficiando a los consumidores de ambos países, porque los costos serían menores.