Guayaquil, 6 de noviembre de 2014.- El microcrédito en América Latina y el Caribe se mantiene pujante y continúa su expansión de la última década, experimentando un aumento en su número de clientes, una gran variedad de instituciones, y una tendencia a la baja en las tasas de interés, de acuerdo con nuevos datos dados a conocer aquí por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo BID.
Según el informe “Inclusión financiera en América Latina y el Caribe: datos y tendencias”, información de finales de 2013 muestra que la cartera de microcrédito en la región asciende a más de US$40 mil millones, es otorgado por más de 1.000 instituciones, y llega a más de 22 millones de clientes. Esto contrasta con cifras de 2005, cuando la cartera de microcrédito era de US$5,5 mil millones, provisto por menos de 400 instituciones, llegando solamente a seis millones de clientes. Hoy en día, el microcrédito es otorgado tanto por bancos, como por cooperativas y ONGs.
“Las microfinanzas se han convertido en un actor clave y sistémico de los sectores financieros de varias economías de América Latina y el Caribe”, dijo la Gerente General del FOMIN, Nancy Lee. “Las microfinanzas alcanzan a una cuarta parte de las microempresas de la región y les otorgan una amplia gama de productos financieros, como créditos a tasas de interés que en algunos países son de las más bajas del mundo en este sector. Se trata de una historia de éxito en el desarrollo del mercado financiero de la región”.
Inclusión financiera en América Latina y el Caribe: datos y tendencias fue presentado en una edición especial para el Foro Interamericano de la Microempresa (Foromic), que se celebra este año en Guayaquil, Ecuador del 4 al 6 de noviembre. El documento por primera vez reúne una serie de indicadores sobre servicios financieros, instituciones, crédito y ahorro, remesas y microcrédito.
Se observa que las tasas de interés de microcréditos, tradicionalmente altas, han comenzado a descender, en un proceso de convergencia con las tasas de préstamos del sector financiero en su conjunto, tradicionalmente más bajas. A nivel regional, la tasa media es de un 28 por ciento, comparada con más de 30 por ciento en 2004.
Esta disminución se debe a que diversos países han alcanzado en la última década una poderosa combinación de tasas de interés relativamente bajas, aumento de clientela y mercados competitivos, como es el caso de Perú, Ecuador y Bolivia.
Según Inclusión financiera en América Latina y el Caribe, la mayor parte de las 1.000 instituciones que proporcionan microcrédito en la región están reguladas y representan el 79 por ciento de la cartera, así como a 65 por ciento de los clientes. Asimismo, cabe destacar que hoy en día el microcrédito alcanza a una cuarta parte de los microempresarios, con créditos promedio de US$1.800.