Ciudad de México, 4 de noviembre de 2014.- Los gobiernos de Guatemala y México se reunieron ayer para afinar los detalles técnicos de la construcción del gasoducto binacional.
El proyecto estará listo en 2017, dijo Érick Archila, ministro de Energía y Minas (MEM) guatemalteco, al matutino El Periódico.
El ducto tendrá una extensión de 180 kilómetros entre el Estado mexicano de Oaxaca y el departamento guatemalteco de Escuintla.
La inversión rondará los US$$737 millones. Todavía falta consensuar la forma de financiamiento.
Este mes, tanto el MEM como la Secretaría de Energías de México (SENER) participarán en un foro de inversionistas, organizado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suena como potencial fuente de recursos. Por otro lado, según El Periódico, Petróleos Mexicanos (PEMEX) es un candidato para el financiamiento y la construcción.
Para Archila, si está interesada, la empresa mexicana debería recibir antes la autorización del SENER.
El MEM aclaró que en la agenda queda pendiente definir al ejecutor del proyecto, ya que todavía falta asentar el trabajo en aspectos del mercado y financiamiento.
Uno de los puntos de discusión es cómo el incremento en el consumo de gas en Guatemala podría impactar el comportamiento de los precios.
Según un análisis de PEMEX, las tarifas podrían rondar los US$8,10 por MMBtu (millón de BTU).
Los analistas sugieren la regionalización del gasoducto. “Lo mejor que podría pasarle a Guatemala es un ducto hasta Panamá, para abaratar costos. Si solo llega a Guatemala se tiene que pagar el ducto y el consumo del país”, planteó Julio Estrada, director de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica.