Santo Domingo, 14 de mayo de 2014.- La República Dominicana ha sido el país de la región más afectado fiscalmente con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe (DR-CAFTA), que desde el año 2007 obtuvo perdidas superior a los mil 500 millones de pesos.
El ministro de Hacienda, Simón Lizardo, explicó que la principal causa en ese entonces se debió a que la economía dominicana era más dependiente de los ingresos provenientes de los impuestos al comercio exterior.
Expresó que esa situación obligó al país a realizar una reforma tributaria parcialmente compensatoria en el año 2015.
Agregó que para este año se prevé que el sacrificio fiscal del DR-CAFTA será de 510 millones de pesos, para el 2015 el impactó sería de 490 millones, y para el 2016 se estima será de 125 millones pesos.
Lizardo aseguró que éstas pérdidas son marginales y no impactarán considerablemente en las finanzas públicas del país.
El ministro de Hacienda reconoció que el mayor impacto, se verificó entre los años 2006 y 2007, “no sólo por el desmonte de la comisión cambiaria, sino por las medidas compensatorias que aplicó el Gobierno para satisfacer demandas de algunos sectores productivos y en otros casos para hacer más eficiente el sistema tributario”.
“Si bien el DR-CAFTA significó un reto importante en su momento para las finanzas públicas, el país fue exitoso en rediseñar su sistema tributario para evitar un colapso fiscal, eliminando la dependencia de los impuestos al comercio exterior y sustituyéndolos por impuestos internos como el ITBIS, los impuestos selectivos y el impuesto sobre la renta”, significó.
Puntualizó que “en la actualidad y desde hace algunos años el impacto fiscal del DR-CAFTA es marginal”.
El funcionario habló esta tarde en su participación en la tercera ronda que realiza el Senado para escuchar a instituciones públicas y privadas sobre los planes, acciones, necesidades, ventajas y efectos positivos que dejará al país el DR-CAFTA.
Subrayó que el DR-CAFTA asegura un “Trato Nacional” es decir “un trato no discriminatorio para inversiones e inversionistas de cualquiera de las partes, en relación con los nacionales de las otras partes, lo que pone al país en un lugar privilegiado en materia de certidumbre para atraer inversión extrajera”.
Precisó que el DR-CAFTA establece un marco regulatorio que garantiza los principios de transparencia y publicidad en las contrataciones realizadas por el sector público, al igual que mecanismo de protección se contemplan como son los contingentes arancelarios (cuotas) y las salvaguardas especiales”.
Indicó que si no se hacen rutas hacia donde irá la República Dominicana en un futuro, el país confrontará retos por no prepararse para recibir los efectos que dejará el libre comercio.
Ve pertinente que desde el 2015 cuando se desmonten los impuestos y aranceles que se cobran a algunos productos no afecten las recaudaciones fiscales, y estimó que las autoridades deben de trazar acciones para proteger a los productores nacionales.
Varios de los senadores externaron preocupación sobre el efecto que arrojará el DR-CAFTA a los productores.
“El propio Gobierno dominicano a través de leyes ha protegido a los productores, un sacrificio de un 7% del Producto Interno Bruto, pero también los empresarios debieron prepararse para cuando entre de manera total el DR-CAFTA”, apuntó.