Madrid, 23 de abril.- El rey Juan Carlos viajó la semana pasada con una delegación de empresarios a Kuwait, que, a diferencia de Catar y Emiratos Árabes, aún no ha despegado como centro financiero y aéreo en el Golfo Pérsico, pero que tiene planes de serlo a futuro. Territorio de la guerra entre Irak y EE UU entre 1990 y 1991, Kuwait tiene proyectos de infraestructura y no solo buscar ampliar sus lazos con España sino con Latinoamérica.
Este país petrolero de 3,2 millones de habitantes importa sobre todo coches, móviles, medicamentos, oro y materiales para la industria del crudo. China, EE UU y Emiratos Árabes son sus principales proveedores, mientras que Brasil ocupa el puesto 18°, con exportaciones por 65,8 millones de euros en 2013. Kuwait exportó ese año por 20.702 millones e importó por 5.567 millones. Sus principales compradores son China, Emiratos Árabes e Irak, dos países a los que exporta crudo para su elaboración posterior. Brasil aparece en el puesto 19° como destino, con 13,3 millones.
México, Cuba y Honduras también le compraron algo a Kuwait, mientras que el resto de los países latinoamericanos nada, por lo menos en los primeros nueve meses de 2013. En cuanto a exportaciones latinoamericanas en ese periodo, las de México al emirato llegaron a 40,1 millones, las de Paraguay, a 2,8 millones y las de Chile, a 1,9 millones. Los demás países latinoamericanos exportan a Kuwait, pero por cifras menores.
Kuwait, al igual que otros países del Golfo, busca no solo comprar alimentos en Latinoamérica sino también tierras para asegurarse su aprovisionamiento. Solo Argentina y Brasil han impuesto límites a las compras de campos por extranjeros. “Queremos comprar tierras en Latinoamérica, pero en Argentina no está permitido”, comenta el embajador de Kuwait en Buenos Aires, Salah Mubarak Almutairi. “Necesitamos seguridad alimentaria. No sabemos qué ocurrirá en el futuro. Nosotros importamos arroz de Pakistán, India", añade el diplomático.
El emirato además ofrece en la región financiación para obras de infraestructura. Por ejemplo, en marzo el Fondo Kuwait para el Desarrollo Económico Árabe firmó un acuerdo con la provincia argentina de Santa Fe para prestarle 36,7 millones para el mejorar el sistema de agua de la ciudad de Reconquista. En 2012, le concedió un crédito por 19,3 millones a Cuba para obras similares en La Habana. Tanto Argentina como Cuba carecen de acceso a los mercados internacionales de deuda. En los próximos meses, Kuwait planea financiar también obras en la provincia argentina de San Juan. Los préstamos son en general a diez años, con cinco de gracia, y un tipo de interés del 2%.
El embajador Almutairi cuenta que en dos o tres años estará construido en su país uno de los principales puertos de Oriente Medio. Kuwait, al igual que Catar o Dubai (Emiratos Árabes), aspira a convertirse en un centro económico y de transporte, tanto marítimo como aéreo. “Después de la invasión (iraquí de 1990), Kuwait no tuvo una recuperación fuerte y necesitamos tiempo", se justicia el funcionario.
Kuwait ha firmado un tratado de protección de inversiones con Colombia y negocia acuerdos de libre comercio con Chile y Perú. “Para invertir en países latinoamericanos, necesitamos que haya tratados”, comenta Almutairi, que considera que para Kuwait los países clave de la región son Brasil, México, Chile, Venezuela y Uruguay. En cambio, por ahora no analiza invertir en Argentina y su rico yacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta: “No está claro. Hoy el país está en crisis. Quizá en el futuro invertiremos, depende de las oportunidades, de qué ofrece. ¿Quién puede invertir antes de que la economía se estabilice? La inflación es increíble”. En cambio, Kuwait supo cultivar buenos lazos con la Argentina neoliberal de Carlos Menem (1989-1999), que, a diferencia de la tradicional política neutral en conflictos bélicos de su país, mandó tropas en la Guerra del Golfo para apoyar a EEUU.
“Chile y Uruguay tienen economías fuertes y saludables”, destaca Almutairi. “México y Brasil son muy fuertes. Queremos que haya más inversión de Kuwait en la región, en campos, en petróleo, y queremos importar más alimentos y bienes industriales, como coches, de Brasil o Argentina”, dejó abierta la posibilidad el embajador.