Santiago, 26 de marzo.- La situación de las pensiones en América Latina, pese a los progresos vistos en las últimas décadas, se mantiene en un estatus deficiente. Según se desprende de un reporte del Banco Mundial, de los 290 millones de personas económicamente activas que existen en la región, 160 millones, es decir, el 55%, no contribuye a ningún sistema previsional.
El estudio analiza todo tipo de sistemas previsionales, independiente del aporte que hacen las personas.
La entidad indica que el origen de este problema radica en el alto grado de informalidad laboral que se registra en los países latinoamericanos, sumado al carácter contributivo que han sostenido las diferentes estructuras de cotización.
“Algunos analistas esperaban que la introducción de los esquemas de capitalización individual de las últimas dos décadas resultaría en un plan de incentivos para los trabajadores que motivaría un mayor registro y cumplimiento de obligaciones previsionales, pero este no parece haber sido el caso, al menos, no en forma significativa”, indica el reporte “Más allá de las pensiones contributivas en América Latina y el Caribe”.
A fines de la década del 2000, la tasa de cobertura de la población económicamente activa era inferior al 30% en ocho de los 18 países que se contabilizan en el reporte. La posición relativa de estas economías respecto al resto de la región no es muy distinta a la observada a principios de la década.
“Algunos países, como Perú y República Dominicana, han mostrado mejoras importantes, pero aún mantienen niveles de cobertura muy bajos. En el otro extremo, solo Chile, Uruguay, Costa Rica, Argentina y Brasil presentan niveles de cobertura de la población activa que superan el 50%”, señala el informe.
En la Asociación de AFP destacan que en Chile el 73% de la fuerza laboral ocupada cotiza, lo que posiciona al país como el con más contribuyentes de la región.
Si se observa el panorama regional, entre principios de la década del noventa y principios del 2000 la cobertura cayó en casi todos los países de la región. En el informe del Banco Mundial se subraya que entre las principales causas de este fenómeno están las dificultades del mercado de trabajo originadas en las sucesivas crisis financieras que ocurrieron en ese período, la privatización de empresas públicas que ocupaban a un importante número de trabajadores, los cambios tecnológicos, la apertura comercial y una tendencia hacia la flexibilización de las normativas laborales.
El autor del reporte y experto del Banco Mundial, Rafael Rofman, indica que “una solución a este problema podría ser mejorar la formalidad del mercado de trabajo para que los trabajadores contribuyan regularmente. De todas formas, para solucionar la situación de muchos adultos mayores es necesario pensar en algo que vaya más allá de las pensiones contributivas tradicionales”.
De los 50 millones de adultos mayores que existen actualmente en la región, alrededor del 40% no tiene derecho a una pensión, por no haber cotizado a lo largo de su vida laboral.
Rofman observa que gracias al crecimiento económico de la última década mejoró también la formalidad del empleo, y con ello más personas entraron a los sistemas contributivos: actualmente el 45% de los trabajadores cotizan a un sistema de pensiones, mientras que hace 15 años representaban el 35%.