Caracas, 20 de junio de 2014.- América Latina cuenta con 20% de las reservas de petróleo del mundo, 4% del gas y casi 600 GW de potencial hidroeléctrico, esto la hace atractiva para gestionar el crecimiento de la demanda y promover la innovación de tecnologías patentables.
El crecimiento económico mundial ha traído un aumento en la demanda de servicios energéticos. El auge de las economías asiáticas, particularmente de China durante la última década, ha sido el motor de la demanda de energía del mundo.
En Asia Pacífico el crecimiento económico promedio desde el 2004 ha sido 9.24% mientras que en América Latina ha sido 3,99%. Durante el mismo período, el consumo energético se incrementó en 1.429 millones de toneladas equivalentes de petróleo (TEP), casi ocho veces lo que incrementó el consumo de energía de la región, versus una reducción del consumo de energía en términos globales en Europa y Norte América.
Para América Latina el efecto está en el aumento de los precios de las materias primas, en el valor de las exportaciones latinoamericanas y en la formación una clase media más amplia, lo cual exige a la región mantener niveles cada vez mayores de consumo energético. La región cuenta con 20% de las reservas de petróleo del mundo, 4% del gas y casi 600 GW de potencial hidroeléctrico, esto la hace atractiva para gestionar el crecimiento de la demanda y promover la innovación de tecnologías patentables.
"El consumo de energía eléctrica está aumentando por encima de los niveles a los que puede responder la capacidad actual. Esto supone el reto de incrementar la infraestructura energética a niveles mayores a los planificados en la década pasada tanto en cantidad de inversiones como en rapidez en su implementación, así como velar porque mantengamos un desarrollo sostenible con fuentes limpias", señaló Mauricio Garrón, especialista Sénior de la Vicepresidencia de Energía de CAF, en un seminario de Energía en la Universidad de Stanford.
Este espacio de discusión sirvió para dar comienzo al diálogo con estudiantes y profesores del Precourt Energy Institute de la Universidad de Stanford, en busca de aportar ideas en la agenda energética de la región. Durante su intervención, el especialista realizó una presentación sobre la dinámica económica-energética mundial y el mercado de energía latinoamericano, en la que destacó las oportunidades que ofrece la región para alcanzar un desarrollo sostenible:
- Integración energética de los países que permite generar economías de escala y optimizar la eficiencia de los sistemas dado que la riqueza de recursos energéticos está distribuida de manera heterogénea.
- Gestionar el crecimiento de la demanda incrementando la eficiencia energética, aprovechando los recursos renovables poco utilizados y focalizando los subsidios para beneficiar a las poblaciones más vulnerables.
- Promover la innovación de tecnologías patentables para aprovechar potencial de los recursos energéticos de la región que aún no han sido aprovechados y que pueden ser exportados a otras regiones del mundo.