San Salvador, 8 de abril.- La mayoría de países en América Latina y el Caribe “superan expectativas” por su buen desempeño en progreso social dada su fortaleza económica relativa, según un informe divulgado por la firma internacional de auditoría y consultoría Deloitte.
También revela que la seguridad personal se describe como un “problema agudo” para muchos ciudadanos a lo largo y ancho de la región, y resalta desempeños pobres en materia de acceso a la educación superior.
El Índice de Progreso Social 2014, que califica 132 países en base a su desempeño social y ambiental, fue creado por un equipo dirigido por el profesor Michael E. Porter de la Escuela de Negocios de Harvard, y ha sido diseñado como un complemento del PIB y otros indicadores económicos, para ofrecer un enfoque integral y holístico del desempeño general de los países.
“La buena noticia es que muchos países de América Latina y el Caribe superan las expectativas, demostrando un progreso social sorprendente en comparación con su fortaleza económica relativa”, indicó el vicepresidente de la Junta Directiva del Social Progress Imperative, Roberto Artavia.
Sin embargo, uno de los hallazgos más preocupantes tiene que ver con la forma en que los problemas de seguridad personal y los déficits en acceso a la educación superior afectan la calidad de vida de las personas a lo largo y ancho de la región”.
Con un PIB per cápita de 11,155 dólares, Costa Rica (que ocupa el puesto 25 a nivel mundial en la clasificación en el Índice), es el país con el mejor desempeño relativo en la región, lo que sugiere que históricamente ha tenido éxito en transformar sus recursos económicos en progreso social.
El Social Progress Imperative creó el Índice de Progreso Social, en colaboración con la Escuela de Negocios de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Asimismo, organizaciones internacionales líderes en iniciativas en emprendedurismo social, negocios y filantropía, incluyendo a Cisco, Compartamos Banco, Deloitte Touche Tohmatsu Limited (DTTL), Fundación Avina, y la Fundación Skoll.