Caracas, 15 de agosto de 2014.- En América Latina, la utilización de Internet ha venido creciendo en la última década. Para finales de 2012, existían 256 millones de usuarios, lo cual equivale a una penetración de 44,7%. El consumo de tráfico de Internet por usuario también se ha acelerado: en la región se ha incrementado 62% en los últimos años, mientras que a nivel global creció 42%.
La mayor parte de ese tráfico que se genera desde América Latina debe transitar a través de conexiones internacionales con Estados Unidos, dada la escasa capacidad de interconexión local o regional existente en la región. De allí la importancia del desarrollo de una infraestructura de interconexión en América Latina que ayude a reducir los costos al usuario final y aumente la velocidad de transmisión de datos.
El uso del IXP (Internet Exchange Point) representa tal alternativa: estos puntos permiten a los proveedores de servicio de Internet interconectarse sin necesidad de recurrir a circuitos internacionales, con lo que se podrían reducir los costos de banda ancha y, como consecuencia, sus precios.
El estudio “Expansión de infraestructura regional para la interconexión de tráfico de Internet en América Latina (CAF, 2014)” presenta un análisis del potencial de los IXP que puede aplicarse en la región.
Mauricio Agudelo, ejecutivo principal de CAF, explica que actualmente 49% del tráfico de internet es internacional, del cual 85% tiene como destino Estados Unidos; además aproximadamente 14% del tráfico de internet hacia Estados Unidos representa flujos de comunicación entre países de América Latina. "Esto aumenta los costos del servicio y afecta la velocidad de la conexión a Internet".
Aunque existen algunas experiencias con IXP locales principalmente en Brasil y Argentina, y pronto en México, todavía no se cuenta con el desarrollo necesario para mejorar sustancialmente las tarifas o la calidad del servicio, derivado de una mejor infraestructura de IXP en la región, refiere Agudelo.
En América Latina aún no existen IXP regionales para agregar tráfico entre países, como sí es el caso en Europa, por ejemplo, donde se instalaron estos puntos de interconexión en las ciudades de Londres y Ámsterdam.
Entre los principales beneficios de estos IXP está la reducción de los costos de tránsito, de interconexión y de banda ancha, y disminución de la latencia. Así lo han constatado países donde se han desarrollado estas infraestructuras, como es el caso latinoamericano en Argentina.
"En América Latina se pagan unos 2 mil millones de dólares por costos internacionales de tránsito, en ausencia de una infraestructura de interconexión de IXP regional, y eso repercute en la tarifa final del servicio que paga el usuario", apunta Agudelo. Si se desarrolla una oferta efectiva de IXP en la región, subraya, podrían reducirse en 33% los costos de tránsito y tal ahorro beneficiaría al usuario.
"También habría una mayor penetración del servicio (se elevaría al menos 5%, dependiendo de las estructuras de mercado de los países) y aumentaría la velocidad de conexión".