San José, 14 de abril.- Panamá carece de relaciones diplomáticas con China y sigue siendo un socio estratégico de los chinos nacionalistas de Taiwán en América Latina y el Caribe, como una vieja plataforma política y económica regional para contrarrestar el aislamiento internacional de Taipéi.
Pero los negocios anuales entre los chinos continentales y los panameños son multimillonarios y están anclados a la poderosa Zona Libre de Colón (ZLC), el segundo puerto libre de reexportación de mercancías más importante del mundo, y al Canal de Panamá, que moviliza más del 50% del comercio en la principal ruta entre centros de producción y de consumo: de Asia a la costa este de Estados Unidos.
“China es el más importante proveedor de mercancías de la Zona Libre”, dijo el chino Wang Jian, representante adjunto de la Oficina de Desarrollo Comercial China Panamá, en una entrevista telefónica con EL PAÍS.
Las importaciones de la ZLC desde China superaron los 11.000 millones de dólares, precisó Wang. La cifra demostró la prioridad china en las importaciones totales de la Zona, que ya en 2012 fueron por más de 14.500 millones de dólares, según cifras de la ZLC y sin precisar el monto de 2013. La Zona factura más de 30.000 millones de dólares al año.
Wang dijo que el 99% del intercambio comercial entre China y Panamá "equivale a las ventas chinas al mercado panameño. Los panameños casi no exportan nada al mercado chino. Sus exportaciones apenas suman unos 40 millones de dólares al año”.
Un elemento vital de la participación china en los negocios en y desde Panamá es la operación del Bank of China, uno de los 91 bancos principalmente de América, Europa y Asia que funciona en el Centro Bancario Internacional de Panamá, instalado en 1970 y al que la institución bancaria china se incorporó en 1994.
Cifras de la estatal Superintendencia de Bancos de Panamá mostraron que los activos líquidos del Bank of China en el Centro aumentaron de 536,7 millones de dólares en 2012 a 651 millones de dólares en 2013, para una variación positiva de más de 114,3 millones de dólares.
Carga china
En el intenso movimiento de negocios, China se ha consolidado en los últimos años como el segundo principal cliente mundial del Canal, solo superado por Estados Unidos, con 137,6 millones de toneladas largas de flujo de carga hacia y desde puertos estadounidenses en 2013. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) informó a EL PAÍS de que más de 46,4 millones de toneladas largas fueron movilizadas hacia y desde China el año anterior en buques con banderas chinas o de otras naciones.
Las embarcaciones chinas que cruzaron el Canal en ese periodo transportaron un tonelaje bruto superior a 3,7 millones de toneladas largas, con un promedio de más de 34.000 por barco, según el recuento oficial.
Uno de los datos claves de la presencia china en Panamá es el flujo de carga de China por el Canal hacia la costa este de Estados Unidos, que sumó 10,9 millones de toneladas largas en 2013. El monto es el más importante de la ruta Asia-costa este de Estados Unidos por el paso acuático panameño, que llegó a 24,1 millones de toneladas largas el año anterior, con usuarios como Corea del Sur (6,3 millones), Japón (3,9 millones) y Taiwán (1,2), entre otros clientes del área.
Los envíos de China a la costa este de Centroamérica por el Canal sumaron 1,2 millones de toneladas largas en el mismo periodo, mientras que los remitidos por esa vía al litoral este de América del Sur alcanzaron 1,2 millones, a las Antillas superaron las 800.000 y a Canadá apenas sobrepasaron las 58.000. Como receptores de bienes chinos que cruzaron el Canal en 2013 hacia América del Sur, los principales destinos fueron Venezuela, con 768.000 toneladas largas, Colombia con 422.000 y Brasil, con apenas 41.000.
China utiliza el Canal para gran parte de sus negocios con Europa y Medio Oriente. El informe de la ACP reveló—sin precisar en los destinos—que en el año pasado fueron enviadas 14,4 millones de toneladas largas de puertos chinos a Medio Oriente por la ruta canalera, mientras que el total despachado hacia Europa por el paso interoceánico apenas llegó a 182.000 toneladas largas, con Italia como principal destino (73.000), seguida por Reino Unido (46.000), España y Portugal (9.000), y más de 46.000 en el resto de países europeos.
En el sentido del Atlántico al Pacífico, el total sumó 30,5 millones de toneladas largas que atravesaron el Canal en 2013 con mercaderías hacia China, en especial desde la costa este de Estados Unidos—por un total 25,8 millones de toneladas—y de otras procedencias, como Venezuela, con 1,3 millones.
“Sal si puedes”
Atraídos esencialmente por la construcción, a partir de 1850, del ferrocarril transístmico, una de las primeras ofertas panameñas de lo que hoy es una economía de servicios, los chinos se asentaron en Panamá desde mediados del siglo XIX, por lo que no son unos recién llegados.
La añeja imagen de la callejuela de Salsipuedes remite a un viejo estilo de hacer negocios en el corazón de la capital panameña hace más de 150 años. Dominado por empresarios chinos inmigrantes, el estrecho pasadizo urbano creció económicamente al amparo y paralelo a la construcción del ferrocarril y del primer fracasado intento—a partir de 1880—por edificar una vía marítima interoceánica, para convertirse en una mezcla comercial de españoles, americanos, turcos, hindúes, afrodescendientes, italianos, judíos o árabes.
Cuando en 1903 finalmente el Canal comenzó a ser construido por Estados Unidos, para ser finalizado en 1914 y estar cercano a cumplir 100 años en agosto próximo, los chinos ya estaban en el istmo panameño. No obstante, fue escaso el aporte de su mano de obra a los trabajos canaleros de principios del siglo XX, según los registros históricos.
En el escenario político, el nexo tradicional panameño ha sido con los chinos nacionalistas, expulsados del continente chino en 1949. Los panameños establecieron relaciones diplomáticas con lo que hoy es Taiwán en 1911 y ambos países firmaron en 2003 un tratado de libre comercio y ahora el intercambio anual ya supera los 250 millones de dólares, superavitario para los nacionalistas y concentrado en gran parte en la ZLC. Los dos países tienen, a partir de octubre de 2013, un arancel cero en sus vínculos comerciales.
Por eso, la penetración del gigante chino continental al mercado panameño avanza con una peculiaridad: Panamá es el país que, por más tiempo, ha mantenido invariables sus nexos políticos y diplomáticos con Taipéi, lo que a Beijing tampoco parece incomodarle.