Ciudad de México, 17 de diciembre de 2014.- La economía global cerrará el 2014 en un estado frágil, frente a la disminución de la actividad industrial en China, la debilidad del crecimiento empresarial de la zona euro, y la caída en picada de la moneda rusa.
"Vuelven a ser tiempos de incertidumbre y existe el riesgo de otra desaceleración global", dijo Stephen Webster, economista jefe para Europa de 4CAST.
Sondeos realizados entre las empresas y que arrojaron resultados pobres a mediocres, aumentarían la presión tanto sobre el Banco Central Europeo como sobre el Banco Popular de China para que entreguen más estímulo.
Y dado el enorme alcance global de esas dos economías, los datos amenazan el panorama global de 2015.
El lunes, el banco central de Rusia tomó medidas drásticas para defender al rublo, en una sorpresiva alza en las tasas de interés a un 17 por ciento desde un 10.5 por ciento.
Pero la medida no lograba aliviar la presión sobre el rublo. Pese a que subió un 9 por ciento en la apertura, la moneda perdía más de un 11 por ciento frente al dólar, mientras que el índice de acciones RTS, denominado en dólares se hundía más de un 11 por ciento.
El rublo se ha depreciado cerca de un 50% frente al dólar este año.
La implacable caída en los precios del petróleo se está convirtiendo en una maldición para países que dependen de la exportación de sus recursos.
Pero Rusia además está sufriendo los estragos de las sanciones que le impuso Occidente por la participación de Moscú en la crisis en Ucrania.
Las empresas de la zona euro van a cerrar 2014 en una forma ligeramente mejor que la pensada, pero el crecimiento sigue siendo débil y las firmas siguen reduciendo precios para alentar el crecimiento, según revelan las encuestas.
El índice preliminar de gerentes de compras de Markit, basado en encuestas a miles de empresas y considerado como un buen indicador de crecimiento, subió a 51,7 desde un mínimo de 16 meses de 51,1.
El resultado superó los pronósticos de un sondeo de Reuters de un alza a 51,5, pero fue la segunda lectura más baja en más de un año.
No obstante, la confianza de los analistas e inversores de Alemania subió con fuerza en diciembre, por segundo mes seguido, ya que un declive en los precios del euro y del petróleo impulsó las esperanzas de un repunte aunque el PMI compuesto que cubre a la mayor economía de Europa mostró un crecimiento más débil.
El sondeo a la zona euro sugirió que había un renovado impulso en los países más pequeños de la periferia de Europa.
La periferia está viendo un crecimiento más acelerado, pero existe el peligro de que si el núcleo (de la zona euro) sigue débil, eso se propague a la periferia y que todo se vuelva a caer", advirtió Chris Williamson, economista jefe de Markit.
Williamson dijo que los PMI apuntaban a un crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de un 0,1%, más débil que la expansión de 0,2% estimado en un sondeo de Reuters, pero que esa expansión tan débil tendría un costo: las empresas rebajarán los precios por trigésimo tercer mes.
La inflación en el bloque se desaceleró a un mínimo de cinco años de apenas un 0,3% el mes pasado, dentro de la "zona de peligro" del BCE.
En Asia, el ánimo no era mucho mejor luego de la publicación de los datos de actividad manufacturera de China de HSBC/Markit, que bajó a 49,5 en diciembre desde la lectura de 50,0 de noviembre.
Cualquier nivel bajo 50 indica contracción.
Los temores por una desinflación, y que esta pudiera convertirse derechamente en una deflación, se han esparcido por todo el mundo y los riesgos son tales que los inversores están haciendo apuestas de si la Reserva Federal podría ir más despacio en el endurecimiento de la política el año próximo, aun si su economía sigue mejorando.